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"Escribir poemas es una manera de desaparecer"

Una compilación de 50 poemas de Chirinos, realizada por la ecuatoriana Aleyda Quevedo, se publicó en 2015.
Una compilación de 50 poemas de Chirinos, realizada por la ecuatoriana Aleyda Quevedo, se publicó en 2015.
Tomado de circulodepoesia.com
19 de febrero de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

El poeta peruano Eduardo Chirinos (Lima, 1960 - Montana, 2016) falleció luego de varios años de lucha contra el cáncer. Fue el más prolífico de los autores de la conocida ‘Generación de los 80’, con 18 poemarios publicados.

El más reconocido poeta contemporáneo del país de César Vallejo publicó su primera obra, Cuadernos de Horacio Morell, en 1981, y entre sus textos más leídos se encuentran el Libro de los encuentros y Archivo de huellas digitales.

Desde 2000, Chirinos dio clases de modernismo, vanguardia y poesía contemporánea española y latinoamericana en la Universidad de Montana, Estados Unidos. Antes de eso, había enseñado en universidades de Nueva York y Pennsylvania. En 2001, su libro Breve historia de la música mereció el premio Casa de América de poesía americana innovadora, y Mientras el lobo está obtuvo el galardón de Poesía Generación del 27 en Málaga, en 2009.

Chirinos también ejerció la crítica literaria. Sus libros más recientes de este género fueron Rosa Polipétala. Artefactos modernos en la poesía española de vanguardia (1918-1931) editado en la capital peruana por Estruendo Mudo y el Centro Cultural España en 2009. Nueva miscelánea antártica. Escritos sobre poesía vio la luz en 2012 gracias a la Universidad Sedes Sapientiae y Borrador Editores.

Chirinos no conocía Ecuador antes de 2014, cuando fue invitado al Encuentro Internacional de Poetas Poesía en Paralelo 0. El escritor Xavier Oquendo Troncoso dialogó antes con él, en el Festival de Poesía de Granada, Nicaragua, de 2009, y lo recuerda como una persona “muy apacible, nada beligerante, con un sentido del humor refinado” y de una generosidad notable.

‘42’ es un fragmento de su poema ‘Anuario Mínimo’ (1960-2010): Maneras de desaparecer. Usar audífonos es una manera de desaparecer. Escuchar música es una manera de desaparecer. Olvidar en una plaza nuestro segundo nombre es una manera de desaparecer. Llorar a solas es una manera de desaparecer. Aunque no parezca sonreír es una manera de desaparecer. Dibujar mientras los otros hablan es una manera de desaparecer. Aparecer es una manera de desaparecer. Hablar sobre uno mismo es una manera de desaparecer. Escribir poemas es una manera de desaparecer.

El poeta peruano, que ejercía la crítica con un tono explicativo, mantuvo un departamento en Lima, ciudad a la que regresaba cada tanto, como a otras que visitó, incluso sin que fueran de hispanohablantes, pues cuatro de sus libros de poesía fueron traducidos al inglés, por Gary Racz. (I)

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