Cannes, Francia.-  “Heli”, filme mexicano en competición oficial en Cannes, ha generado un importante debate por su violento contenido, algo que ya esperaba su director, Amat Escalante, quien asegura  que “la violencia es muy triste y así quería mostrarla”.

Satisfecho de la buena acogida que ha recibido en Cannes e incluso del debate generado sobre la violencia, el realizador reflexiona sobre las primeras reacciones que ha tenido su filme. “Cuando uno se plantea esta manera de enseñar los actos violentos que suceden en la vida, sabe que va a haber reacciones encontradas, reacciones fuertes, pero mi teoría es que hay que darle a la violencia el peso que, según yo, incluso moralmente, tiene que tener”, advierte.

En ese sentido, considera que ha logrado darle ese peso tanto en “Heli” como en sus películas anteriores, “Sangre” y “Los bastardos”.

“Me parece peor enseñar cosas a medias o enseñar algo para divertir o vender boletos”En las tres están presentes tres elementos: la muerte, el sexo y la violencia. “La mayoría de las películas tiene  que ver con eso. Es lo más hermoso y misterioso, lo que más temor causa”, enumera.

Aunque para el realizador lo más importante no es la violencia en sí, sino la “alarma que está sonando acerca de la juventud, del futuro de México y de cualquier país que está sufriendo” la misma situación.

Por ello, quiso terminar su película con un final que él considera esperanzador, aunque no todo el mundo está de acuerdo, sobre la posibilidad de que una nueva vida nazca, simbolizada con un lienzo en blanco. “Nacemos limpios y nos van ensuciando”, y la película lleva esa situación al extremo, y, pese a que se desarrolla en México, lo que se ve pasa  en muchos lugares.

No obstante, México es lo que mejor conoce. “No creo que haya ningún estado de la república que se salve (...). En cinco meses llevamos muchísimos muertos de corrupción y narcotráfico”, señala.

Y son esas imágenes, normalmente violentas, las que le llegan y lo hacen pensar en un nuevo proyecto. “A mí me atrae este tipo de cine. Antes que nada, soy cinéfilo, y me gusta el cine de género, el cine ‘gore’, el de Sergio Leone, el del Oeste. Y en México existen todos los elementos para hacer una película de ese tipo”, explica. Es un país muy cinematográfico visual y dramáticamente y “bastante surreal”. “Por eso  a Buñuel le gustaba tanto, y a mí me gusta mucho Buñuel”, precisa.

De ahí pensó en la cinta y, aunque su idea original no era abordar la violencia, pensó que, si la iba a enseñar, tendría que presentarla como es: triste y aterradora. “Me parece peor enseñar cosas a medias o enseñar algo para divertir o vender boletos”, agrega.

Ahora le toca defender su filme en uno de los festivales cinematográficos más glamurosos del mundo, toda una contradicción.

Nacido en Barcelona por casualidad -una semana antes, sus padres estaban en Noruega-, Escalante es mexicano, criado en Guanajuato, y  a pesar de que intentó conseguir la nacionalidad española, no   pudo.
“Pero Cataluña es un bonito lugar y regresé a conocerlo en 2001”, afirma un Escalante sonriente.