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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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“Es una referencia a La metamorfosis”

Cristian Cortez llega un poco antes de lo previsto sosteniendo un libro de Robert McKee, el gurú de los guionistas.  De conversación sosegada, este autor guayaquileño, de 38 años, ha divulgado sus ideas en un medio infalible: la televisión. Escribió telenovelas como El cholito y La taxista, por mencionar dos de los más famosos productos masivos que ha pensado. Sin embargo, acude a la cita no para hablar de su trabajo detrás de cámaras, sino para abordar otra de sus facetas: la de dramaturgo.

Recientemente, Cortez ganó el premio José Martínez Queirolo 2011, que entrega la Casa de la Cultura del Guayas a la literatura dramática. El título de su texto es Cucarachas, y aborda, en claves surrealistas, el tema de la migración. Incluso el mismo autor se pregunta cómo es que alguien que escribe una obra con referencias kafkianas puede ser el mismo que prepara las situaciones, cómicas y a veces ridículas, que se muestran en programas como El cholito. Sin aspavientos contesta que debe comer y en este país  el teatro no da para eso. Para él,  los escritores pueden tener AM y FM, una frecuencia para sintonizarse con lo que el mercado exige y otra para concebir lo que él quiera.

Ya otros creadores nacionales han explorado el tema de la migración. ¿Su obra aporta una visión nueva a la problemática?

La novedad puede darse en la forma, en el tratamiento, en el símil que hay entre estos personajes ecuatorianos con las cucarachas en sí. En mi obra, las verdaderas cucarachas son tres hombres que viven en un mundo subterráneo de Nueva York, la acción transcurre en Queens.
Además, la migración en nuestro medio es un tema que debe seguirse tocando porque no es una cuestión superada. A lo mejor, mucha gente dirá que es un tema trillado pero yo no lo creo.

Su pieza comienza con una cita del infierno de Dante, en la que se describe a los castigados del Vestíbulo, los que no están dentro del infierno ni fuera de este. ¿De qué manera es esto una analogía con la migración?

La gente que se va ya no es ni de aquí ni de allá. Los migrantes que viven en Europa o en Estados Unidos y luego regresan y que van y vienen realmente no son europeos ni gringos y nunca lo serán. Ya tampoco son ecuatorianos, están en otro nivel, ya no se adaptan al país.

¿Por qué el paralelismo con los insectos, de qué manera los tres migrantes que aparecen en su obra son cucarachas?

En parte es una referencia a La metamorfosis y a casi toda la obra de Kafka, poblada de seres marginados, arrastrados, seres inocentes pero castigados, descuartizados… Es una literatura que me resulta muy inspiradora. Las cucarachas también aparecen porque una vez viajé a Queens, a un departamento que estaba infestado de estos insectos. Los habitantes no podían hacer nada para exterminarlas…

Justo como sucede en la obra…

Exacto. Ellos ya se habían echado al dolor de que tenían que vivir entre cucarachas y tomaban sus precauciones.  Esta experiencia me dio la idea para la obra, claro que mezclada con otras cosas que sucedieron, como la agresión continua a los migrantes ecuatorianos, la historia de varios que murieron por odio racial como  Marcelo Lucero y José Sucuzhañay. Todo esto sumado a la cacería de brujas que se están dando gracias a las leyes migratorias de Estados Unidos. La de Arizona y otras leyes más dejan sin ocupaciones a los migrantes, están cazándolos, cercándolos, exterminándolos…

Pero, como las cucarachas, son difíciles de eliminar

Es imposible deshacerse de ellos. Son inmortales porque tienen una forma de vida oculta, desarrollada en las entrañas de un país que no es el suyo. Me sorprendió mucho en Nueva York ver a los ecuatorianos que trabajan, van y vienen dentro de la metrópoli pero viven en un mundo alterno que no es el de los demás. Pueden ir a los mismos sitios pero es como si no existieran, tratan de satisfacer sus necesidades y cumplir con su vida siendo invisibles para los otros.
En este tipo de situaciones hay otra semejanza con la obra de Kafka…

Claro, pero lamentablemente es la realidad de nuestros migrantes, de la gente de Azuay, de Azogues que son los que migran mucho a Nueva Jersey. En este estado, por ejemplo, había un programa llamado La Cuca Gotcha que  trataba de denunciar a los ilegales para limpiar el estado.
¿Además de sus visitas a Estados Unidos, qué otras cosas tomó en cuenta como parte de la investigación para la pieza?

Investigación de campo, bibliográfica, busqué testimonios, hablé con gente de allá y de aquí también… Traté de vivir la realidad de los hispanos en el exterior, me puse en sus zapatos y pensé en el frío y en todas las circunstancias que producen el sentimiento de desarraigo.

Ahora que lo menciona, el frío también es un elemento trascendente en la obra porque es lo que no permite a los personajes adaptarse…

Claro. Es que imagínate para un migrante costeño como serán los fríos bajo cero de Europa. Son verdaderas torturas. Además, en la época en que estaba escribiendo hubo una gran helada…

¿Cuándo fue eso?Escribí por diciembre y enero de este año, pero la idea y la investigación viene de mucho antes, prácticamente desde 2005.

Tomando en cuenta los recursos escénicos que serán necesarios para ilustrar las condiciones que describe en su obra (personajes reptando por las paredes como insectos, por ejemplo). ¿Ha pensado ya en cómo será el montaje?

En la obra hay una propuesta de montaje, pero tengo que respetar el trabajo de los directores. Tiene que ver mucho con el presupuesto que tengan.

¿Ha tenido ya un acercamiento con alguna compañía interesada?

En Nueva York sí, pero aquí estoy a la espera de lo que diga la Casa de la Cultura. No me han dicho nada todavía, pero voy a esperar porque tengo la prioridad de hacer el montaje con ellos o con quienes ellos propongan. Aún  no se la he dado a nadie.

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