Entrevista / Sebastián González / presidente de la Comisión Técnica Nacional de Lucha Contra el Tráfico de Bienes
“Es la repatriación de piezas más grande en la historia del país”
Las excavaciones ilegales para extraer piezas arqueológicas y venderlas al extranjero a costos exorbitantes es aún una realidad que ocurre en Ecuador. Incluso, es el tercer negocio más grande luego del tráfico de drogas y de armas en el mundo.
En las grandes casas de subasta del mercado negro europeo se han detectado varias piezas locales, y solo este año se repatriará la mayor cantidad de bienes patrimoniales en toda la historia de Ecuador.
Desde el puerto de Génova (Italia) llegará a Ecuador un container con 3.855 piezas patrimoniales y 1.003 réplicas, que serán revisadas e inventariadas por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
Sebastián González, quien preside la Comisión Técnica Nacional de Lucha contra el Tráfico de Bienes, aseguró que hay proyectos de ampliar una red regional de prevención al tráfico de bienes. En Sudamérica, Ecuador y Perú son las naciones más vulnerables.
¿Cuál es el concepto de un bien cultural y patrimonial?
Hay un cambio sustancial con la Constitución de 2008 donde se le otorga un valor más fuerte, legalmente hablando, al bien cultural patrimonial. Son todos aquellos bienes que por tener un antecedente cultural e histórico pertenecen a todos los ecuatorianos. Son bienes arqueológicos que datan de hace muchos años, de diferentes culturas que habitaron en el país.
Ustedes trabajan para prevenir el tráfico ilegal de bienes, ¿cómo se conforma la Comisión Técnica Nacional de Lucha contra el Tráfico de Bienes y por qué nace la necesidad de crearla?
En 2010 se emitió un decreto ejecutivo que creó esta Comisión Técnica y también la Comisión Nacional, que la preside el ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano, Guillaume Long.
Nace esta idea a raíz del robo de la Custodia de Riobamba en 2008, que luego fue encontrada en Colombia y restituida al Estado ecuatoriano. Con este antecedente, el Presidente se da cuenta de que es un tema muy sensible y declara como política de Estado el combate al tráfico ilegal de bienes culturales.
¿Qué han detectado del tráfico ilícito de bienes en el último tiempo? ¿Qué han logrado recuperar?
Desde julio de 2013 hemos trabajado en varios casos. El año anterior recuperamos alrededor de 3.500 piezas en varios países. Ahí teníamos el caso Cañuelas, de Argentina, otro de piezas recuperadas en El Cairo (Egipto) y en Colorado, EE.UU.
Sin embargo, 2014 ha sido el año más importante porque vamos a recuperar 4.858 piezas arqueológicas desde Italia, de estas, 3.855 piezas son patrimoniales, el resto es de réplicas y figuras falsas. Toda esa depuración la hará el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
Todas las piezas ahora mismo están en tránsito hacia Ecuador. El miércoles pasado partieron en container y vienen en barco desde el puerto de Génova y arribarán a nuestro territorio a mediados de noviembre. Es la repatriación de piezas más grande en la historia del país.
¿Qué tipo de piezas es la que recuperaron y de qué año datan?
Son piezas que responden a varias culturas asentadas en el territorio ecuatoriano de los períodos Formativo, Precerámico, de Desarrollo Regional y el período incaico. Son piezas de hace muchos años. Cada cultura tenía una característica muy propia de crear sus figurillas a través de distintos materiales, principalmente la arcilla y la cerámica. Entonces tenemos collares, sellos, juncos; hay también piezas grandes, como las vasijas.
¿Cuáles son los principales países donde se da el tráfico ilegal de bienes culturales?
El tráfico de bienes culturales patrimoniales es el tercer negocio más lucrativo, luego del tráfico de drogas y de armas. Hay muchas redes de traficantes que ya no son simples redes delincuenciales, son bandas organizadas que operan y saquean el patrimonio cultural de de países andinos y lo llevan clandestinamente a mercados, principalmente europeos. En países como Francia y Alemania hay grandes casas de subasta y coleccionistas con mucho dinero, que les encanta comprar las piezas arqueológicas y pagan cifras astronómicas. Recién tuvimos el caso de una subasta en la galería Artemis, en París, de una pieza de la cultura Tolita que estaba avaluada en un millón y medio de dólares.
¿Cómo ustedes son alertados de que existen bienes en otros países del mundo?
Nosotros trabajamos con la Interpol y las misiones diplomáticas en el exterior, que nos brindan apoyo importante. La Interpol manda alertas a Ecuador para que revisemos en las páginas web de las casas de subasta porque aparentemente podrían estar subastando una pieza ecuatoriana. (...) De ahí se procede a la repatriación de las piezas. Este es el mejor de los escenarios, pero en el peor de los casos nos toca entrar a litigios con los tenedores de las piezas. Es un proceso que toma mucho tiempo. Hemos ganado el 70% de los juicios. El año anterior fue un promedio de 10 a 15 litigios internacionales.
¿Qué sanciones existen para las personas que trafican con bienes patrimoniales?
Con la promulgación del Código Orgánico Integral Penal se estipulan tipos penales bastante fuertes para los traficantes. (...) Nuestra legislación no establece un principio de extraterritorialidad a la norma, es decir que esa norma se aplica en otros contextos y latitudes, pero sin embargo, la legislación del país donde se encuentra la pieza muchas veces sí contempla sanciones de carácter penal para el traficante.
¿Cuál será el destino de las piezas cuando lleguen a Ecuador?
Hemos barajado algunas opciones, una de ellas es hacer un gran museo histórico antropológico nacional donde podamos colocar estas piezas y que la comunidad ecuatoriana pueda conocer la historia ancestral. Son ideas que todavía se están discutiendo.