En Quito se celebrará la “Misa Popular Ecuatoriana”
Luis Ernesto Pazmiño y César Rodríguez son los cantantes solistas de la “Misa Popular Ecuatoriana”, compuesta por el guayaquileño Juan Carlos Urrutia, director del Coro de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas; pieza que el domingo, a las 19:30, abrirá el Festival de Música Sacra en Quito.
Pazmiño, integrante del Coro de la Universidad de Guayaquil, dice que es un honor cantar toda la misa dirigido por su compositor.
La pieza tiene las cinco partes de la Ordinarum Misae perteneciente a la liturgia Católica Romana -Señor ten piedad, Gloria, Credo, Santo y Bendito y Cordero de Dios- en ritmos de yaraví, albazo, sanjuanito, yumbo, bomba y fox incaico. Han sido intensos los ensayos diarios, por más de un mes, los que han realizado los solistas, la banda musical y los coros de la Universidad de Guayaquil y de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas para perfeccionar la interpretación bajo la batuta de Urrutia, quien se apoya en el director de la coral universitaria, Fernando Gil.
Pazmiño indica que fueron mañanas dedicadas solo a la música y noches para pulir el canto, para recién el pasado lunes y martes ensamblar la Misa.
El cantante considera que el Credo y Gloria son las partes más complicadas de una obra llevable, que, asegura, al público le encantará. Urrutia admite que dos años se ha tardado escribirla en 2 partes, pensando en instrumentos folclóricos ecuatorianos típicos, pero para que pueda ser escuchada en cualquier parte del mundo.
La maestra María Augusta Abad y sus dirigidos del coro Óscar Vargas son los promotores y cointérpretes -junto con el Coro de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas y Urrutia- de la Misa en Quito.
El compositor indica que para las funciones en Guayaquil -en la Basílica Menor de la Merced y la Casa de la Cultura del Guayas-, el 28 y 29 de marzo, cuenta con músicos cuidadosamente seleccionados: Belén Faytong en la flauta, Tomás Morán en el requinto, Evelyn Morán en la guitarra, Alfonso “Poncho” Soto en el bajo, Jorge Vega y Manolo Picón Torres liderando las percusiones, y al piano William Landeta.
En Quito, el ensamble musical lo ha preparado el violinista Tadashi Maeda. Urrutia reconoce que su proceso contestario, de decir con esta obra que sí se puede hacer música académica, se complementa con su conducción.