Desde 2008, la Corporación Cultural Imaginario de Ángela Arboleda creó el espacio de cuentos narrados por niños y niñas “Un Cerrito de Cuentos”, y desde entonces capacitó a la ahora Sub 16 del Cuento mediante la Beca de Formación de Narradores Orales Infantiles.

El año pasado, en MAAC Cine, nació el Encuentro Internacional de Narradores Orales Infantiles “Un Cerrito de Cuentos” con invitados de Costa Rica, hoy se lo retoma en la misma sede con el espectáculo Mensaje en una botella, a las 19:00, con la Sub 16 del Cuento e invitados de otros cantones.

Michael Simisterra, de 15 años, es parte del grupo de jóvenes narradores desde el primer “Un Cerrito de Cuentos” en 2008 y viajó con la profesora Ángela Arboleda y sus compañeros Angie Proaño y Michael Moreta a la Feria del Libro de Bogotá en 2011.

Admite que recientemente con las presentaciones en escuelas fiscales de Samborondón y los Miércoles Cuenteros del Teatro Sánchez Aguilar ha ganado más en dominio escénico, ha engrosado su voz, lo que permite que en espectáculos como Cuentos de miedito ofrezca un poco más de misterio.

Su nueva historia, sin embargo, es de chistes, lo que se le ha puesto difícil aunque con práctica ha logrado perfeccionar la narración. Concibe nuevos rostros, nuevas escenas y presentarse constantemente lo ayuda a planificar hasta la escenografía.

Simisterra, dibujante y teatrero, junto con su padre, Jimmy Simisterra, recuerda que 25 chicos fueron capacitados durante dos meses en 2008; luego de un concurso con jueces quedaron 11 que poco a poco se retiraron, incluso recientemente perdieron a dos más, y aunque los extrañan se sigue con el trabajo que ahora incluye narrar historias sobre el mar por una alianza con Granito de Arena, movimiento de surfistas que promueve el cuidado del mar a través del reciclaje de botellas plásticas. Comenta que en una visita a la comuna de Curía el 24 de junio aprendieron a elaborar muebles con botellas plásticas y han construido la escenografía de la historia grupal de hoy.

El joven narrador ha preparado en solitario la historia del pueblo colombiano San Bernardo de los Vientos, donde durante las vacaciones conviven los bogotanos con la comunidad negra residente y ahora hay un aparecido que intentó beberse el mar luego de una decepción amorosa.

A la par, en el V “Un Cerrito de Cuentos”, la Sub 12 tendrá su espectáculo “Ninfas, pescadores y sirenas”, mañana, a las 19:00 en MAAC Cine. Una de sus integrantes es Angie Proaño, de 13 años, hermana de Jordi Proaño, de la Sub 16. Para ella, las funciones en el Sánchez Aguilar los enfrentan a nuevos públicos de otras edades, como adultos, que escuchan los cuentos de terror inventados por los integrantes de la Sub 12 y niños pequeños que durante las funciones gritan, se paran, se suben al escenario o se alteran con la colaboradora especial de los espectáculos, la perrita Lucy.

Jordi alista cuentos desde el medio, lo que pasa con los personajes, siempre escribiendo y luego ordenando hasta que les pone un título para presentarlos en escena. Lo de ella son las historias de fantasía con duendes, hadas, sirenas, ninfas, pescadores, estrellas de mar, por eso en solitario ha practicado el relato de un pescador que todos tildan de loco por creer en las hadas hasta que se encuentra con una que atrapa en su red y que solo él puede ver.

Proaño dice que en el campamento con Granito de Arena tuvo una buena experiencia y de la visita destaca que ahora puede transmitir el mensaje de que el mar porque es “un ser viviente”, se enferma, además de  que “refrenda” la frase de una camiseta que les regalaron al final del curso “Yo sonrío cuando hay olas”.

Está algo nerviosa porque este año vendrán chicos más jóvenes de Costa Rica, cuya imaginación y desenvolvimiento escénico es quizás más fuerte, aunque ella y sus compañeros podrán servirles de ejemplo.