HOY, A LAS 17:00, SE FIRMA UN CONVENIO TRIPARTITO, ACOMPAÑADO DE UNA EXPOSICIÓN DENOMINADA ‘MIRADA AL PATRIMONIO’
El Telégrafo atesora 7 millones de fotos
En 1997 los ecuatorianos votaban a favor de un referéndum con el cual se trabajaría en la decimonovena Constitución. Iniciaba uno de los fenómenos lluviosos más fuertes de la historia del país, causante de largos días de inundaciones, el fin de cientos de hectáreas de cultivos agrícolas y de las posibilidades de pescar; al mismo tiempo un sismo lanzaba al piso cientos de años de noticias.
El archivo de EL TELÉGRAFO caía de las repisas en las que se mantenía con una escueta ventilación, condenándose al desorden y a las filtraciones de agua, al daño que causa la humedad en el papel.
Los periódicos permanecieron desordenados y en el piso. Las estanterías tenían los fierros torcidos y oxidados, recuerda Juan Calderón, quien dirige el archivo desde hace ocho meses. “Se ha de haber perdido mucho, además de las lluvias anteriores, muchas fotos se deterioraron”, dice Calderón.
Hasta entonces, en el penúltimo piso del edificio solo se mantenían los tomos de periódicos, que constan desde 1884 hasta la actualidad, los microfilmes y los libros. En la parte baja del edificio permanecían separados los negativos y sus fotos.
Reynaldo Rodríguez, la persona con más tiempo en el ordenamiento y gestión del archivo, inició su trabajo en el diario como conserje. Poco a poco se vinculó al manejo del archivo. Durante el fenómeno de El Niño del 97, que se extendió por más de un año, trabajaba en el departamento Super P, de EL TELÉGRAFO. Pasaba las fotos de su formato original a PMT, con el cual se podían pegar en las páginas listas para mandarlas a imprenta y su reproducción en cientos de ejemplares.
En 1999, cuando el país entraba en una de las peores crisis financieras de la historia nacional, originando un éxodo de ecuatorianos a países que prometían mejores ingresos, Reynaldo Rodríguez inició su trabajo en el departamento de archivo, custodiando uno de los fondos documentales de periodismo escrito más antiguos del país.
Su oficio era buscar las fotos de aquellos personajes de los que año a año se conmemora su natalicio, sus gestas históricas o simplemente las de aquellos que pasan a ser reivindicados por sus acciones en el tiempo. Al principio no sabía mucho de aquellos nombres y en alguna ocasión, confundido, entregó documentos de algún homónimo que se publicaron tal cual. En 2007, cuando había iniciado el proceso para que el diario se hiciera público, se compraron nuevos archivadores. En ellos se reordenaron los más de mil tomos que conforman el archivo. Con el tiempo han sido seleccionados los tomos por fechas y ordenadas las fotos en ausencia de un inventario.
“Las personas que manejaron el archivo no han sido expertas, no son archivólogos, cualquier persona a la que le gustaba, venía, como quien le habla, y si les parecía que algo no servía, lo botaban. Así se perdió mucho”, dice Rodríguez. En un periodo en el que todo parecía estar por ordenar, él pasaba los días revisando las páginas de los archivos, los sobres de las fotos y los PMT que se conservan de la mayoría de los registros fotográficos de la primera mitad del siglo XX, de los negativos más antiguos hasta los que se trabajaron en 2005 (año en el que se inició la actualización de los archivos fotográficos al formato digital).
Los nombres de personajes estaban separados por letras y por secciones en distintos cajones. Fotos internacionales, deportivas, políticas o históricas tenían su división establecida. “En ese archivo se encuentran fotos de distintos años en un mismo sobre”, dice el historiador Ángel Emilio Hidalgo.
Después de más de quince años de trabajo, Rodríguez sabe bien dónde están las fotos de la visita del Papa Juan Pablo II, las del General Guillermo Rodríguez Lara, ‘Bombita’ en su visita a Rumanía -que tiene más de cuatro archiveros- y hasta algunas fotos compradas a agencias del exbeatle John Lennon. En el archivo hay fotos en PMT del General Eloy Alfaro junto a su familia, del expresidente Otto Arosemena, respirando con oxígeno a solas en una habitación, una postal de Olimpo Cárdenas autografiada y unos cuantos registros de Julio Jaramillo, entre estos su concurrido último paso por las calles de Guayaquil al Cementerio General.
“El archivo se conservó y registró en formato de microfilmes, el uso del archivo es a partir de papel periódico, el acetato del microfilme y la fotografía, pero sobre todo papel”, dice Hidalgo. Desde hace tres años no se han encuadernado los periódicos de las últimas fechas y hay algunos que, a simple vista, necesitan reponer su empastado. En medio de una nueva amenaza del fenómeno de El Niño, el fondo documental de EL TELÉGRAFO se ordena para su traslado y mejorar su conservación. El proceso lo inició en junio el Ministerio Coordinador de Talento Humano, con la asesoría de expertos extranjeros, que trabajan en el archivo desde julio.
Matteo Manfredi, uno de los responsables de llevar a cabo el inventario del archivo, explica que es necesario someterlo a un tratamiento documental integral para su difusión posterior. “Necesitamos saber lo que contiene el fondo para tener cierto control”, dice Manfredi.
Hidalgo resalta del archivo el trabajo del caricaturista que creó al ícono guayaquileño Juan Pueblo, Virgilio Jaime Salinas, quien fue colaborador del diario; o las fotografías inéditas de Miguel Rogelio Jordán, quien además de haber registrado las reuniones de los literatos del Grupo de Guayaquil, fotografió a Ernesto, el ‘Che’, Guevara en su paso por Ecuador. “Ni siquiera conocemos a profundidad cuáles son las joyas del archivo de este diario”, dice Ángel Emilio Hidalgo. (I)
Contiene más 1.300 tomos
La UArtes manejará el fondo documental
Hoy, a las 17:00, en las instalaciones del antiguo edificio del matutino, en 10 de Agosto y Boyacá, se firma un convenio tripartito con el cual el fondo documental de EL TELÉGRAFO pasará a ser administrado por la Universidad de las Artes.
En el acuerdo participan la Universidad de las Artes (UArtes), la Empresa Pública El Telégrafo y el Ministerio Coordinador de Conocimiento y Talento Humano (MCCTH).
Según lo establecido en el convenio, se albergará el fondo documental en las instalaciones de la nueva Biblioteca de la institución, la cual estará ubicada en el exbanco de Descuento, en Pichincha y Aguirre, en el centro de Guayaquil. Esto permitiría mejorar las condiciones del archivo, para lo cual se trabaja en su inventario.
El Fondo documental está compuesto por la hemeroteca que contiene más de 1.300 tomos y más de siete millones de fotografías.
A las 18:00 está programado un recorrido por los espacios más representativos de este edificio, lo cual coincide con la muestra inaugurada ayer ‘Una mirada al patrimonio’. Como parte de esta hay lugares intervenidos con una proyección y reproducciones de imágenes del archivo y una instalación sonora enfocada en testimonios y sonidos de la atmósfera del diario.
A las 18:30 varias personas vinculadas al archivo participarán del conversatorio ‘Un lugar donde encontrarnos’. (I)