Desde que  inició la construcción del Teatro Sánchez Aguilar los medios y las personas involucradas con el mundo artístico hablan de él. Ahora, 18 meses después, está listo. Con una infraestructura neoclásica de color rosado y verde oliva, este nuevo teatro llega con la finalidad de ofrecer una programación permanente de martes a domingo, durante todo el año, en Guayaquil.

La idea de su edificación se concretó luego de aproximadamente seis años de pensar -y repensar- sobre hacer una obra que aporte al desarrollo educativo de la ciudad. El responsable de esta idea: Carlos Sánchez Aguilar, un empresario que creó en 1989 la Fundación Sánchez Aguilar, una entidad dedicada a la educación y que ha hecho trabajos de labor social.

La construcción, de 12 millones de dólares, aproximadamente, cuenta con una sala de teatro con capacidad para 950 personas y una sala experimental que recibirá a 150, además de un lobby que servirá para realizar exposiciones.

“Las instalaciones cuentan con la más alta tecnología”, aseguró Ángel Sánchez, vicepresidente de la fundación, quien agregó que están conscientes de que tener un teatro no es un negocio, “sin embargo es necesario para el desarrollo cultural y educativo de un país”.

La programación  está a cargo del español  Ramón Barranco. Su criterio de selección para las actividades que proyectará el teatro se resume en “calidad”. “Estamos abiertos a todas las disciplinas artísticas, siempre y cuando su calidad sea excelente”, señaló.

La inauguración de la nueva edificación  se realizará con un ciclo de seis semanas; cada una destinada a un área artística. La primera será para el teatro, con la presentación de la obra argentina “Estado de ira”,  del dramaturgo Ciro Zorzoli; la segunda estará destinada a la danza, con la presencia del Les Ballets Jazz de Montreal; la música ocupará la tercera semana de la jornada inaugural, con la intervención de la compañía de Tito Losada junto con la Orquesta Sinfónica de Guayaquil presentando una misa flamenca; la cuarta semana traerá un musical nacional, “Cabaret”; la quinta parte, de nuevo teatro, en donde se mostrará la primera coproducción conjunta con Jaime Tamariz; y la sexta está destinada al arte circense.

El valor de las entradas para estas seis semanas de inauguración fluctúa entre 20 y 80 dólares, según la obra y la ubicación en la que quiera estar el espectador.

La idea de generar una programación permanente hará que poco a poco la producción nacional aumente, ya que existe un espacio que estará abierto siempre. “Se espera que Guayaquil se convierta en una parada necesaria para los artistas nacionales y extranjeros”, expresó la francesa Marion Ecalle, directora general del teatro.

Fragmentos de Junio, el festival de danza dirigido por Jorge Parra, este año estará en el Teatro Sánchez Aguilar, al igual que varios encuentros que se realizan anualmente en la ciudad. “La intención es formar redes, que las cosas que se han venido haciendo hasta ahora continúen y se fortalezcan, y ahí entramos nosotros, ofreciéndoles este espacio”, indicó Ecalle.

Para Marion, el reto de este teatro será empezar a crear un público.  “Las personas aquí muchas veces prefieren gastar 20 dólares en un bar, pero no en una obra. Eso es lo que hay que conseguir, que el teatro sea visto como una forma de entretenerse y aprender”.

La programación de 2012 de la sala principal, por tratarse de una agenda anual, se encuentra copada, sin embargo, la sala experimental mantiene abiertas sus puertas a propuestas artísticas. Los martes habrá café concert y los miércoles narración oral de cuentos con Ángela Arboleda.

El alquiler de la sala principal del teatro es de aproximadamente 6.500 dólares, incluyendo luces, sonido y personal técnico. Para los artistas nacionales que deseen presentarse en la sala experimental, el teatro no cobra alquiler; su forma de cobro es por porcentaje de taquilla.

Y como se trata de incluir a todas las artes, Ramón Barranco dio a conocer  que los exteriores del edificio serán utilizados como escenario para bandas musicales que deseen realizar conciertos y festivales. “Esperemos que el sitio logre posicionarse y que la cartelera mantenga el buen nivel con el que  iniciará, es una apuesta muy ambiciosa”, manifestó Raquel Rodríguez, estudiante de Publicidad.

Las expectativas por el nuevo teatro, ubicado en el km 1,5 de la vía Puntilla-Samborondón (frente al C.C. Las Terrazas) son amplias, ya que es la primera vez en la ciudad que una sala abre sus puertas con una programación diversa e internacional de largo aliento.