El sistema braille está presente para los no videntes en Expolibro

Guiados por una de sus maestras llegaron uno tras otro los alumnos de la escuela municipal de ciegos 4 de Noviembre al pabellón de no videntes en la Feria Internacional del Libro. En el lugar los esperaba Emilio Sánchez, coordinador de la sección de no videntes en la Biblioteca Municipal de Guayaquil. Emilio no era una persona extraña para los estudiantes, puesto que es el encargado de brindarles la información que necesitan cuando ellos acuden a la biblioteca.

El recorrido por el stand continuaba y, ansiosos, los alumnos preguntaban por las novedades que habían en el lugar.
Rodeados de libros en formato braille y con sus manos extendidas sobre el mural, en donde se exhibían  láminas en alto relieve y el abecedario escrito en braille, empezaron el recorrido.

Nancy Quintero, profesora de la escuela municipal de no videntes, era una de las maestras encargadas de acompañar en esta excursión a sus alumnos, y comentó que el hecho de que exista un espacio para personas con esta limitación física es un gran avance para la sociedad guayaquileña, ya que permite visibilizar a este grupo que ha sido ignorado por algunos sectores durante mucho tiempo.

Tres computadoras acompañan a las decenas de libros que hay en el stand,  una de ellas tiene instalado el programa  Dactilografía Interactiva ONCE (DIO), un software creado por la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) para la instrucción a personas ciegas en el conocimiento del teclado de computadora.

Esto permite que el alumno aprenda a su ritmo, bajo la supervisión de su evolución, mediante explicaciones habladas.

Para Chanita, estudiante invidente de 45 años, el DIO es un programa que no conocía. “Esto es un juego que permite obtener habilidad para escribir Chanita, inténtalo”, sostuvo Sánchez, quien es un experto en el DIO y con sus palabras alentadoras logró que su compañera lo jugara. Lo bueno de este programa es que es divertido y busca la correcta ubicación de los dedos sobre las teclas, además de alcanzar una velocidad de escritura mayor con la práctica, comentó el coordinador del pabellón a los estudiantes.

Este pabellón fue visitado no solo por personas no videntes, sino por padres de familia que tienen hijos con esta deficiencia y que tienen gran interés por aprender la técnica braille para poder disfrutar de la lectura junto con sus hijos.

Según Carlos Alberto Cabezas, director nacional de Derecho de Autor y Derechos Conexos del Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI), las personas no videntes tienen acceso al 1% de libros en todo el mundo.