El escritor y activista político ruso Eduard Limónov falleció a los 77 años este martes, 17 de marzo de 2020, en Moscú, anunció el partido que fundó, Otra Rusia, a través de un comunicado.

El poeta, que fue mendigo, mayordomo y soldado, ha sido calificado como "el más escandaloso de los escritores rusos vivientes y uno de los más importantes novelistas de la Rusia contemporánea", recordó el diario argentino Clarín.

"Desgraciadamente, (su muerte) tuvo lugar hace media hora en el hospital", afirmó el diputado comunista Serguei Shargunov a la agencia de prensa TASS.

"Hasta el final se mantuvo en contacto y hablaba, podíamos escribirle. Tenía la mente clara y estaba en buena salud", añadió el político ruso.

Eduard Limónov se dio a conocer por una serie de novelas en las que narraba su exilio de la Unión Soviética en Estados Unidos, en los años setenta. En 2012, el escritor Emmanuel Carrère lo transformó en el protagonista de su novela de no ficción Limónov (editada en español por Anagrama).

Pero el personaje real afirmó no reconocerse en las letras del francés, y hasta aseguró, risueño, que tenía mejores novelas que las del retratista. Se autodefinía nacionalista moderado, socialista "de línea dura" y activista por los derechos constitucionales.

Fue frecuentemente perseguido, arrestado, demandado y condenado por organizar protestas pacíficas y planificadas. Como opositor al presidente Vladimir Putin, fue aliado del excampeón mundial de ajedrez y derechista Gary Kasparov en el bloque político Otra Rusia.

En los años ochenta vivió en París y participó en varias revistas literarias. Regresó a Rusia tras la caída de la Unión Soviética, y fundó y militó activamente en el partido de oposición nacional-bolchevique.

“Aunque estoy agradecido de que se escribiera una obra inspirada en mí, tengo otros amigos que decían que iban a escribir un libro así, pero no lo hicieron... Carrère, además, es muy diferente a mí, él es un representante de la burguesía francesa, y yo no”, dijo en una entrevista publicada por el diario catalán La Vanguardia.

También se adhirió a grupos nacionalistas proserbios durante las guerras en ex-Yugoslavia, lo que le hizo blanco de duras críticas. Apoyó la anexión de la península ucraniana de Crimea por Moscú, en 2014. (I)