Es una novedad y despierta curiosidad. Su sonrisa no pasa desapercibida, tampoco su humildad. Los libros escritos por él y sobre él, son hojeados por jóvenes y adultos. Hay libros apilados en el piso de los estantes que demuestran la necesidad constante de reposición. Sus libros son elegidos por el público. Se venden (aunque no revelan cuántos). La gente lo quiere conocer más; católicos y no católicos hablan de él. Se nota. Sin dudas, el papa Francisco es una celebridad argentina que -hoy- vive en el Vaticano.

“Libros como puentes” es el lema con el que se presenta al mundo la 390 Feria Internacional del Libro que tiene lugar en el predio La Sociedad Rural, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Este año, entre los más destacados se encuentran los escritos dedicados al sacerdote argentino -ahora papa- Jorge Bergoglio. Los títulos que aparecen como los favoritos de la gente son: “El Jesuita: La historia de Francisco, el Papa Argentino”, (Sergio Rubín y Francesca Ambroguetti, editorial Vergara); “El Papa de la gente”, (Evangelina Himitian, editorial Alfaguara); “Francisco. El Papa del pueblo”, (Mariano De Vedia, editorial Planeta); “Francisco, rezamos por ti”, (Tito Garabal, editorial Borum); “Papa Francisco, su vida y sus desafíos”, (Saverio Gaeta, editorial San Pablo) y “Francisco, recen por mí”, (Sergio Gaut Vel Hartman, editorial Andrómeda).

Pero ahí no queda. Recorriendo el  predio ferial de 45.000 metros cuadrados, se pueden encontrar stickers, separadores de libros, posters para la pared, calendarios, llaveros y hasta estampillas de correo postal con la cara del Papa. “Es un momento histórico que no puede pasar desapercibido.

Para el Correo Argentino -como empresa- es un orgullo que el papa sea de nuestro país. Es por eso que decidimos emitir unas estampillas en su honor. Luego de la asunción de Bergoglio como papa la sección de filatelia se reunió con el Vaticano y surgió esta iniciativa entre Italia y Argentina. La respuesta de la gente ha sido muy buena. Las compran para regalar”, comentó a El Telégrafo, Jorge Schillaci (37), tesorero de Correo Argentino.

Si nos quedamos con la imagen que nos deja el marketing que gira en torno a la persona del Papa, pareciera que solo se trata de una estrella pop del momento. Un minuto de fama que pronto acabará. Pero hay algo más, algo que hace que superemos esa idea. El carisma de Francisco no es superficial, al menos eso sostienen fuertemente sus seguidores. La gente habla de él como alguien cercano; es ese sacerdote que andaba por las villas, que luchaba contra el paco, es ese que daba misa en la parroquia del barrio.

“La gente lo identifica. Cuando preguntan por los libros del Papa y se los mostramos, empiezan las anécdotas. Muchas personas te cuentan que en algún momento de su vida lo vieron, te hablan del Papa de la villa. Se percibe como que la fe está más fresca, renovada”, explicó Julieta Strehar (30), librera en el stand de la Editorial Bonum.

En coincidencia, Mariel Robledo (48) -coordinadora del área de educación de la Editorial Santa María- señaló que el ahora papa Francisco, “era una persona muy conocida por la gente. Se movía en la ciudad. Más de uno te cuenta que bautizó a algún pariente, que almorzó en algún hogar de ancianos o que cuando salió de una celebración saludó a las señoras que preparaban platos para recaudar fondos para alguna actividad parroquial. Sin dudas es el Papa de la gente”.

Es también el Papa de los jóvenes. Varios son los chicos y chicas que se detienen a hojear los libros que tienen en sus portadas el rostro de este nuevo líder mundial. Lo leen, lo admiran y también lo siguen en Twitter. “En la Argentina se vive la revolución del Papa. Tiene una personalidad cautivadora. Es diferente a otros papas, no le gusta el protocolo, usa sus zapatos de siempre, cambió su sillón de oro por otro más sencillo. Eso hace que sea alguien admirable”, comentó a El Telégrafo, Maribel Pellegrini (16), que todos los años visita la feria.

“Antes nos conocían por Maradona, por Messi, por el fútbol. Ahora nos conocen por el papa Francisco y eso está muy bueno. Acá en la feria lo ves en todos lados, sus libros están entre los más destacados. Yo estoy contenta, lo sigo en Twitter”, agregó -con una sonrisa- Camila Saavedra (17), una joven porteña que visitó por primera vez la feria del libro.

Pareciera que ya no se trata de ser o no ser católico. El papa Francisco hace pensar a quien se le pregunta sobre él. Nadie se anima a hablar mal o a criticarlo de manera rotunda, sin dejar espacio para resaltar o rememorar algo bueno. “Hay una fiebre. Vendimos gran cantidad de libros de Francisco. Tuvimos que hacer reposición. Los que más los compran son los católicos, los practicantes, pero también hay gente que compra sus libros por curiosidad”, admitió Paula Zabala (25), librera en Editorial Planeta.

Al respecto, Sergio Mora (48), encargado de Ediciones del Sol, explicó que “la gente viene y pide libros sobre el Papa. Los hojea y los compra. No son los más vendidos del momento pero se venden bien”.

Es claro que el primer Papa latinoamericano es una novedad en sí mismo. Las editoriales admiten que en estos últimos meses -luego de que el 13 de marzo el mundo conociera a Francisco- las ventas de libros sobre su vida y obra crecieron de manera notable (aunque son cautos con sus cifras) y afirman que seguirá siendo así. Es más, anticipan que existen libros que están en proceso de escritura y edición para ser publicados en breve.

“La gente demanda mucho los libros del papa Francisco. Lo notamos acá en el stand y también en los diferentes centros de difusión que tiene nuestra editorial en otros países de Latinoamérica como Chile por ejemplo. Este fenómeno también es muy notable en el interior del país, las librerías cada vez piden más que les enviemos su biografía. Esto demuestra dos cosas: la gente quiere creer y quiere saber quién es el Papa”, explicó Rafael Rodríguez (39), director de difusión de la Editorial San Pablo.

Así es como aparece el Papa argentino en uno de los eventos culturales más importantes de Latinoamérica. Está presente y se destaca. “Francisco muestra otra faceta de los argentinos, muestra algo que es bueno. Estamos orgullosos. Se siente la fe de la gente, hay como un clima festivo, es como la celebridad del momento”, concluyó Lidia Scalise (69) mientras compraba varias postales y separadores de libros del Papa para regalar a sus familiares.