“El Municipio de Guayaquil nunca se ha preocupado (del cementerio)”
A propósito de la visita que el presidente Rafael Correa hizo en mayo pasado al cementerio patrimonial, diario EL TELÉGRAFO dialogó con Fernando Illingworth, inspector del Cementerio General de la Junta de Beneficencia, para conocer la posición de la entidad ante las críticas hechas por el gobernante.
En 2011 el Ministerio de Cultura amplió la Declaratoria de Patrimonio Cultural a la totalidad del Cementerio de Guayaquil y de los “extranjeros”, ¿tiene la Junta un manejo especial para este conjunto patrimonial?
En primer lugar, el cementerio no es patrimonio en su totalidad, cuando se le dio este título se declaró un sector, con puntos específicos que constan en la declaratoria, de tal manera que no todo el cementerio tiene calidad de tal. La declaratoria dice que este patrimonio debe ser manejado por tres entidades: la Junta de Beneficencia, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y el Municipio. La Junta no se ha opuesto nunca a nada de lo que ha resuelto el instituto. De ahí que no hemos tenido ningún problema con el INPC.
¿Han conversado con el alcalde sobre la situación del cementerio?
El Municipio nunca se ha preocupado. Lo ha dejado en manos del INPC y la Junta, tal vez porque sabe que si de tres partes, dos están de acuerdo, entonces no hay problema.
Para asuntos de operatividad en el área patrimonial del cementerio, ¿la Junta y el INPC trabajan a la par, se dividen las acciones o cada cual se encarga de lo suyo?
Trabajamos siempre de acuerdo. Por ejemplo, cuando se trata de reparar algún mausoleo en la zona patrimonial, es política de la Junta obligar que los planos de reparación vengan aprobados por el INPC; sin esta certificación previa no se permite que nadie intervenga en la zona. Debo reconocer la buena labor que ha hecho el INPC en varios espacios, por ejemplo, en la restauración del mausoleo de Vicente Rocafuerte, realizada por un experto en mantenimiento de bronce y mármol. Ese fue un trabajo muy profesional.
En mayo de 2012 el Centro Cultural Ecuatoriano Alemán entregó el “cementerio de los extranjeros” al Municipio de Guayaquil. ¿Esta entidad a su vez lo traspasó a la Junta?
No conozco eso. Lo que sé es que hubo una carta por la cual el Centro Alemán le indicaba al alcalde su deseo de entregar este camposanto. Sé de la comunicación porque el centro me mandó una copia, pero estoy enterado de que la carta no ha sido respondida por el alcalde.
Dado el carácter patrimonial del cementerio, ¿no han considerado en algún momento cerrarlo?
No lo podemos cerrar porque el camposanto tiene mucho espacio todavía y porque hay tumbas familiares que son utilizadas nuevamente. Eso quiere decir que nunca estará lleno, siempre habrá espacio. Además, tenemos planes que son subsidiados, a bajo costo y un plan dirigido a los menesterosos que son sepultados gratis.
¿La Junta ha continuado construyendo bóvedas no obstante la declaratoria de patrimonio?
Sí, la última construcción que se hizo fue en 2009.
¿Quién se encarga del manejo turístico del cementerio?
Eso es parte de la labor conjunta que tenemos con el INPC. La Junta de Beneficencia de Guayaquil hizo un censo para precisar el número de personalidades sepultadas en el cementerio (presidentes, próceres del 9 de Octubre de 1820, entre otras), datos que le sirvieron al INPC para diseñar los recorridos turísticos que se implementaron posteriormente.
Contamos con asistencia de guías especializados -capacitados por el INPC-. Las personas u operadoras turísticas que deseen guías solo deben solicitarlos en la oficina patrimonial o en la dirección de cementerios de la Junta. Los guardias del cementerio tienen instrucciones para informar a los visitantes sobre este servicio.
La visita del presidente Correa al cementerio provocó reacciones, ¿cuál es la posición de la Junta?
El INPC es una entidad del Estado y el señor Presidente, con todo el derecho que le asiste, quería constatar la labor del ente. Nosotros nos enteramos de la visita porque, previamente, personal del INPC estuvo en el cementerio para organizar una ruta por la que el Jefe de Estado debía caminar -seguramente querían enseñarle lo más bonito que habían hecho-, pero parece que se les salió del itinerario fijado y, al trote, ascendió hasta el cerro.
Desde el año 2008, prácticamente no hay asaltos ni ataques en el cementerio de GuayaquilEste reconocimiento in situ causó la respuesta presidencial, que, creo, fue confundida por los medios. Por eso cuando alguien de la oficina de patrimonio me preguntó si quería participar en una rueda de prensa, le contesté que no me interesaba porque no me sentía aludido.
Tengo que señalar que entre los periodistas existen los denominados “tituleros”, expertos en poner epígrafes que nada tienen que ver con el texto. Cuando yo leí en los diarios las declaraciones del señor Presidente me di cuenta de que, la mayoría, no coincidían con el título, porque, por ejemplo, qué tiene que ver la Junta con pasos a desnivel que fueron construidos hace años.
Entre las críticas que hizo el Primer Mandatario, la única que nos correspondería es la referencia a la puerta N° 4, que se mantiene cerrada, en primer lugar porque es de una sola hoja y en segundo lugar porque da al carril que sirve solo de desvío de la calle Julián Coronel hacia la avenida Pedro Menéndez.
Nosotros hemos logrado que el cementerio, en los últimos años, sea un sitio seguro. Desde el año 2008, prácticamente, no hay asaltos. Las puertas cerradas y los guardias son para dar seguridad a los visitantes, no porque no queremos que ingresen. Aunque los accesos estén cerrados, los guardianes están ahí para autorizar que entren las personas que visitan el cementerio.
Pero no para los periodistas. Hace unos días la fotógrafa de diario EL TELÉGRAFO fue impedida de entrar por la puerta 1...
Esa medida la tomamos solo por protección. Si los periodistas acuden primero a esta oficina, mostrando su identificación, por supuesto que de inmediato se les extiende el permiso respectivo. Pero si la persona que se acerca no tiene un documento que la respalde, naturalmente que los guardias le impedirán el paso.
¿Han tenido ustedes acercamientos con el INPC para absolver los requerimientos hechos por el Presidente?
Sí, claro. Siempre hemos tenido contacto con la oficina patrimonial. El arquitecto Roberto Wong es nuestro delegado permanente ante esa entidad y, en las últimas semanas, ha mantenido varias reuniones porque se trata de elaborar un nuevo inventario de tumbas que se las quiere incorporar a la lista patrimonial. El arquitecto me mantiene al tanto de cualquier novedad.