El Lobo de Wall Street, del cineasta Martin Scorsese, ha hecho lo suyo en el mundo del séptimo arte. La película está nominada en cinco categorías en los Oscar, el mayor galardón de Hollywood, entre esas Mejor guión adaptado.

La autobiografía en la que se origina desencadena una serie de comentarios que van de lo condescendiente a lo más agresivo.

Jordan Belfort es el nombre del ‘Lobo de Wall Street’, personificado por Leonardo Di Caprio en una actuación que fue premiada con un Globo de Oro.

Belfort fue un corredor de bolsa con una vida de excesos financiada por los aproximadamente $ 200 millones que logró tras la venta de acciones a varios inversionistas en la década de los 90.

El exestafador, luego de pagar con cárcel su hazaña, tituló su autobiografía con su apodo de esos días, El Lobo de Wall Street.

El dilema de los críticos y los votantes del Oscar con esta comedia criminal se funda en la forma en que Scorsese lleva una realidad a la ficción sin que existan señales de ser una lección crítica o una exaltación al tipo de vida que lleva su protagonista: el uso desenfrenado de cocaína, morfina, fármacos y sexo.

A ello se suma la ausencia de representación de quienes sufrieron las consecuencias de este caso.

Para Di Caprio, el recorrido dionisíaco que hace en la película es una analogía de “lo que pasa en nuestra cultura”, argumento que lo ha llevado a calificarla como la “Calígula de nuestros días”.

Scorsese reconoce que no es una película para todo público y afirma que si bien puede ser malinterpretada, espera que la gente comprenda que no está intentando exaltar este comportamiento. Su perspectiva parece no menguar las calificaciones de ‘benevolente’ que recibe la personificación del estafador.

Sustentando la crítica, medios como la BBC han recurrido a entrevistar a los vinculados con el hecho, como el fiscal del caso en contra de Belfort, Joel Cohen, quien criticó del filme la ausencia de las víctimas que dejó el engaño del corredor de bolsa.“No aparecen bajo ningún concepto en la película, a pesar de que muchas de ellas entregaron sus ahorros de todo la vida y terminaron en bancarrota”, apuntó Cohen.

El crítico Joe Morgenstern del Wall Street Journal describió la película como “tres horas de gritos incesantes y un sensacional mal comportamiento. Se supone que debe ser una representación entretenida, aunque significativa de la vida y los tiempos del maestro de la especulación. Pero yo no podía comprarla y no podía esperar el espectáculo hueco hasta el final”.

Este tipo de película se remonta a representaciones como la de Ciudadano Kane, donde una vez más se tratan los defectos íntimos y obsesiones de personajes dinámicos y carismáticos de gran riqueza e influencia que transforman y desfiguran el mundo que los rodea.

Está latente la doble significación, donde se sitúan los límites de lo socialmente establecido y lo que se explora con su uso.

Su resultado es que, a pesar de las críticas de expertos y de las normas sociales que se rompen, Scorsese batió récord de taquilla en Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y en España. En este último, lo logró aún con la negación de la cadena más grande de cine para reproducirla en sus salas.

Datos

Leonardo Di Caprio recibió el premio a mejor actor por interpretar a Belfort en los Critic’s Choice y en los Globos de Oro.

Jordan Belfort se dedica en la actualidad a dar conferencias de ética y de superación personal y aporta la mitad de lo que gana a un fondo compensatorio.

El Lobo de Wall Street superó la taquilla de otras películas del director Martin Scorsese en España.

$ 100 millones fue el presupuesto de Scorsese para su decimocuarta película.