El legado de Plutarco Naranjo, sus profundas investigaciones
Su trabajo profundo en el área de la medicina, especialmente en la alergología, especialización con la que contaba, hizo que Plutaco Naranjo -ambateño, 1921- sea reconocido y respetado.
Su trayectoria profesional se centró en realizar investigaciones que aporten al desarrollo y la evolución en el área de salud del país.
Naranjo -quien falleció el pasado viernes a los 91 años- dejó un legado de 40 obras escritas por él y 59 donde fue coautor. Su primer libro fue publicado por la Universidad Central en el año 47 y desde ese momento dedicó su vida a realizar investigaciones sobre la nutrición, farmacología, higiene, ciencias naturales y la historia. Además publicó aproximadamente 300 artículos en diferentes revistas nacionales e internacionales.
Fue condecorado por los gobiernos de Italia, Rumania y Perú. Recibió el el Premio Isabel Tobar Guarderas, del Municipio de Quito, el Premio Nacional de Ciencias; el Premio Nacional Eugenio Espejo, concedido por el gobierno ecuatoriano (1987), el Premio Abraham Horowitz a la excelencia en liderazgo en la salud pública interamericana, de la Organización Panamericana de la Salud y la Fundación Panamericana de la Salud y Educación y -hace once años- la Condecoración “Héroe de la Salud Pública” de la OPS/OMS.
Fue Ministro de Salud en el gobierno de Rodrigo Borja y en su gestión se concentró en la prevención como eje transversal en la práctica estatal.
Germán Rodas, en su libro “En homenaje a Plutarco Naranjo”, manifiesta que las tres pasiones del reconocido médico eran: la militancia política, la investigación científica y la historia.
Realizó estudios sobre Juan Montalvo y otros ilustres personajes de la historia ecuatoriana. Fue Director de la Academia Nacional de Historia y vicepresidente de la Casa de la Cultura Nacional, en la administración de Benjamín Carrión.
Plutarco Naranjo heredó a sus colegas, médicos e investigadores, una amplia investigación que persistirá en la memoria ecuatoriana.