El gobierno español vuelve a olvidar al escritor Federico García Lorca
En alguna de las miles de fosas sin nombre que los fascistas españoles cavaron al borde de los caminos durante la Guerra Civil de 1936 yacen los restos de Federico García Lorca, el poeta hispano más universal del siglo XX. Pero la crisis económica que atraviesa España ha dejado sin un centavo a los arqueólogos que buscaban sus restos por el sendero que une Víznar y Alfacar, dos pequeños pueblos de la sierra de Granada.
“Estamos frustrados porque creemos que Lorca fue enterrado aquí”, asegura el arqueólogo Javier Navarro, después de conocer la decisión institucional de suspender la financiación para encontrar el agujero donde los fusileros arrojaron el cuerpo acribillado del poeta granadino el 18 de agosto de 1936. Lorca era un activista de izquierda que se opuso al levantamiento militar que provocó la Guerra Civil en España. Una noche fue apresado por los golpistas y, pocas horas después, fusilado junto al maestro del pueblo y dos banderilleros republicanos, Francisco Galadí y Joaquín Argollas.
Los trabajos arqueológicos para localizar la fosa comenzaron en noviembre del año pasado en un lugar llamado Peñón Colorado, en las afueras de Alfacar. El testimonio aportado por el hijo de uno de los supuestos asesinos reactivó una búsqueda reclamada desde 1976 por familiares y miembros de la asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica española.
El Gobierno socialista de Andalucía aportó 17.500 dólares, pero 20 días después fue interrumpida al detectarse algunas imprecisiones en la ubicación del rastreo. Tras revisar los datos de georradares y fotos aéreas descubrieron un pozo sellado a 20 metros de donde estaban excavando.
Pero el Gobierno acaba de comunicar a los arqueólogos que sin la certeza de que vayan a encontrar los restos óseos del poeta, no pondrá los $ 34 mil que el equipo necesita para seguir trabajando. Una minucia si se compara con la inversión realizada recientemente para identificar los restos de Miguel de Cervantes descubiertos en la cripta de un viejo convento del Madrid histórico.
“Nos propusieron que hagamos ‘crowdfunding’ ya que no se comprometen a ayudar económicamente cuando la situación mejore”, lamenta Miguel Caballero, director de la investigación. La decepción ha sido enorme porque están convencidos de encontrarse a 20 metros de la fosa de Lorca.
El lugar ha sufrido importantes transformaciones en los últimos 70 años. Primero se construyó un campo de instrucción militar que destruyó la mayor parte de un olivar milenario. Más tarde se removieron 12.000 metros cúbicos de tierra para hacer un campo de fútbol. Finalmente, este proyecto se paralizó gracias a la presión de Isabel García Lorca, la hermana del poeta, convencida de que allí estaban los restos del escritor.
Federico García Lorca es una figura reconocida en las letras hispanas, pero su nombre sigue borrado en la gigantesca lápida general de asesinados sin identificar a manos de la dictadura que gobernó en España durante 40 años.
La visión que reciben los ciudadanos sobre la dictadura también es motivo de polémicas. La editorial encargada de elaborar los libros oficiales para la educación primaria ha decidido recientemente ‘modificar’ algunas explicaciones que aparecían sobre el período franquista, como que Federico García Lorca “murió cerca de su pueblo durante la guerra de España” y que Antonio Machado “se fue a vivir a Francia con su familia” ya han sido borrados de los textos.
Cada semana manos anónimas colocan enormes ramos de flores y claveles rojos en el lugar donde fue fusilado. Es la gratitud hacia la memoria de un poeta universal aunque, por el momento, sus restos continuarán desaparecidos. (I)
