Buenos Aires, Argentina.- Los amantes del fútbol, acostumbrados a congregarse en estadios, clubes y bares para ver los partidos, pueden también por estos días saciar su fanatismo en un museo de Buenos Aires que acoge una muestra sobre este deporte desde el prisma del vídeo-arte.

“Fútbol: el juego sólo acaba cuando termina”, que puede visitarse hasta el próximo 22 de septiembre en el Museo de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, retrata la pasión y las implicaciones culturales de este deporte en todo el mundo.

La exposición, una iniciativa del Instituto Goethe de Río de Janeiro, reúne obras de veinte artistas de distintas nacionalidades que tienen en común una sola cosa: el fútbol. “La muestra concibe al fútbol como un fenómeno social y cultural. Se exploran las intersecciones entre fútbol, arte y sociedad”, explicó  la comisaria del museo que acoge la exhibición, Diana Wechsler.

La exposición está centrada en el tema fútbol a partir de perspectivas muy diversas, desde una cuestión estética, hasta los lugares sociales que el fútbol tiene en distintas comunidades.

Wechsler destacó dentro de la muestra un cortometraje que revisa el lugar de la mujer en Afganistán que señala que las mujeres que practican fútbol tienen después una mirada social diferente.

Se trata de la obra de la artista alemana Lela Ahmadzai, quien retrató los obstáculos cotidianos de las jugadoras de la selección afgana femenina de fútbol.

“La muestra está dirigida al público en general, pero es una exposición de vídeo-arte contemporáneo sobre fútbol, por eso los amantes del arte y los fanáticos de este deporte se tienen que sentir fuertemente invitados”, sostuvo Wechsler. Ella dijo que los hinchas muchas veces “endiosan” a los jugadores y que hay una obra de Paula Delgado que se refiere a eso.

Delgado retrató en esa obra al goleador uruguayo Edinson Cavani como Jesucristo y colocó, frente a la imagen, una alfombra roja para que la gente se pueda arrodillar a rezar.

Otras de las obras que se destacan es la del chino Zhang Qing, quien colocó seis cámaras en un apartamento de quince metros cuadrados en el que dos equipos de tres integrantes cada uno juegan un partido de fútbol, demostrando que la pasión por el balón es imparable.

"Más que cualquier otro deporte, y mucho más que otro tipo de fenómeno social, el fútbol se presta a ser transformado en arte debido a su estructura narrativa, su lenguaje rico en imágenes y su riqueza alegórica”, explicó Alfons Hug, quien fue el encargado de seleccionar las obras para esta muestra.

Hug detalló que "la exposición, en la que hay fotografías, vídeo y arte sonoro, se propone dar una visión del fútbol actual y de sus implicaciones sociales y culturales" y calificó al fútbol como "una poderosa metáfora de la vida real".