El fallecimiento del mendocino Roig enluta a Ecuador
“Venía con la salud muy frágil desde el 13 de diciembre pasado, cuando el corazón le envió un alerta crítico. Y en la última semana, tuvo que volver en más de una ocasión al hospital por sus problemas coronarios.
Se fue lúcido, eso es importante”, rescata su nieta, la cineasta Valeria Roig, mientras hace un esfuerzo por dar una síntesis -en medio de la pérdida- a toda una vida signada por la producción crítica e intelectual. El pasado lunes 30 de abril se regó la noticia de la muerte del filósofo argentino Arturo Roig, a los 89 años.
Durante la dictadura militar de los años 70, el profesor Roig se exilió en Ecuador. Fue docente de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y bajo su perspectiva latinoamericanista desarrolló estudios sobre las ideas de Juan Montalvo, Eugenio Espejo, Hernán Malo, entre otros.
Nació en Mendoza en 1922, fue profesor de enseñanza secundaria, normal y especial en Filosofía, estudió en la Sorbona y fue docente de Filosofía en la Universidad Nacional de Cuyo, donde se interesó por filósofos regionales, nacionales y latinoamericanos.
En 2008 recibió grandes homenajes: el coloquio “Repensando el Siglo XIX” con la intervención de unos 200 académicos e investigadores de América Latina, Europa y EE.UU. en la provincia de Mendoza y que la Feria Provincial del Libro de ese año llevara su nombre.
Roig publicó en la colección Cuadernos de Chasqui el texto Narrativa y cotidianidad, además la revista Chasqui le hizo dos entrevistas, una en 1985 titulada “La radical historicidad de todo discurso” y otra en 1992, “La utopía de la transparencia”.