El escritor fantástico que se sumergió en cine y TV
"Detesto a un Romano que se llama Status Quo", escribía Ray Bradbury (20 de agosto de 1920 en Waukegan, EE.UU. - 6 de junio de 2012 en Los Ángeles, EE.UU.) en su libro “Fahrenheit 451”, su obra cumbre cuyo título hace referencia a la temperatura a la que el papel empieza a arder, una historia futurista de una sociedad totalitaria y dominada por la cultura audiovisual en la que la palabra escrita está prohibida y solo vive en la memoria de un grupo.
Bradbury es un autor que ha influenciado a varias generaciones con sus creaciones. Sus obras pueden ubicarse, en muchos casos, dentro del género fantástico. El propio Bradbury dijo que sus obras se ubican dentro de lo fantástico y que solamente la novela Fahrenheit 451 debería ser considerada dentro del mundo de la ciencia ficción. "En primer lugar, no escribo ciencia ficción (...) la ciencia ficción es una descripción de lo real. La fantasía es una descripción de lo irreal", dijo una vez para aclarar que entre sus obras solo "Fahrenheit 451" podía inscribirse en el primer género y que "Crónicas marcianas" estaba en el segundo, como "los mitos griegos".
Dentro de la ciencia ficción existen diversas corrientes, entre esas, la ciencia ficción blanda, mucho más cercana a la fantasía y donde los relatos no necesitan un alto grado de explicación científica. Allí brilló Bradbury, dotando a sus textos de un aire romántico que le permitió trascender con un estilo personal e inigualable. Sus principios filosóficos eran “A la mierda con eso” y “Haz lo que tengas que hacer”.
Ya "no es necesario quemar los libros para destruir la cultura, sino que basta con dirigir a la gente para que no los lea" y "eso es lo que está ocurriendo", afirmó Bradbury hace 12 años. En 2006 volvió a insistir en ese aspecto en una videoconferencia desde su casa de Santa Mónica, que se transmitió en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
La falta de educación convierte a los libros en "innecesarios" y hace que "se quemen solos", proclamó para agregar que las nuevas tecnologías "bombardean a la sociedad con información, pero de cara a la formación de las personas nada es sustitutivo de la lectura". Bradbury, un ávido lector desde pequeño, se preciaba de no usar computadoras y consideraba que Internet solo servía para el comercio y que en la vida actual había "demasiadas máquinas", sin embargo es muy reconocido en el campo del audiovisual, del cine y de la TV, porque inspiró un capítulo de la serie "Alfred Hitchcock presents" con su relato "The Jar", además de que entre 1985 y 1992 se emitieron con éxito los 65 episodios de "The Ray Bradbury Theatre". El sello de Bradbury, implicado en mayor o menor medida en el guión y la producción de cada episodio, se vio correctamente interpretado con actores de renombre como Peter OToole, Jeff Goldblum, Harold Gould o Michael Ironside en algunos capítulos y dos nominaciones a los premios Emmy.
Escribió numerosas obras teatrales y guiones para la televisión y el cine, incluido el de la película de John Huston "Moby Dick" (1956), a la que dotó de una atmósfera turbia que convirtió la película en una creación personal. También muchas de sus obras fueron llevadas al cine, como "Fahrenheit 451", por Francois Truffaut, más o menos meritoria de llevar el sello de su autor literario. El filme, de tibia acogida en su día, hoy luce algo anticuado, aunque retiene parte de las fascinación distópica del libro y su denuncia de la analfabetización como arma de poder es más vigente que nunca, además de ganar con las presencias de Julie Christie y Oskar Werner. Es la más recordada de sus adaptaciones y su éxito permitió el rodaje de nuevas películas como “El hombre Ilustrado”, que adaptaba esa serie de cuentos, sin pena ni gloria.
Desde los 12 años enviaba sus historias a las revistas con la esperanza de que publicaran alguna. Su primer relato publicado fue "Pendulum", escrito en 1941, en colaboración con Henry Hasse. No pudo ir a la universidad por problemas económicos, pero visitaba la biblioteca todos los días para instruirse.
En 1950 publicó "Crónicas marcianas", a la que siguieron "El hombre ilustrado", "Fahrenheit 451", "El vino del estío", "La feria de las tinieblas", "Las doradas manzanas del sol", "Remedio para melancólicos", "Las maquinarias de la alegría", "Out of Space", adaptada al cine por él mismo; "Cuentos del futuro", "Cuentos espaciales" y "Memoria de crímenes", entre otras. Agudeza y sentido del humor fueron dos rasgos de la personalidad de Bradbury, quien decía ser descendiente de una de las brujas de Salem y recordaba que con 10 años había sido ayudante en una función del famoso ilusionista Blackstone.
El cineasta español José Luis Garci escribió un libro sobre Bradbury, donde dejándose llevar por el estilo de su admirado autor le definía como alguien que de tanto mirar al cielo se convirtió en poeta. Considerado un artista irrepetible ya que, sin duda, ya no se escriben historias como las que él creó, tuvo en el relato su territorio más visitado, lo que hizo que la televisión se fijara en sus títulos con frecuencia, incluso en la serie “La Dimensión Desconocida”.
Cuando en 2006 recibió el VI Premio Reino de Redonda, instituido por el escritor español Javier Marías y uno de los numerosos galardones que poseía, el jurado señaló que en "sus extraordinarias narraciones fantásticas" confluyen "una inventiva tan original como poética, un profundo talante humanista y un desacostumbrado romanticismo". Eso le permite "crear verdaderos mitos modernos y lanzar acertadas visiones de un futuro a menudo amenazado por el riesgo totalitario que trae consigo la idolatría de la técnica deshumanizada".
"Su legado sigue vivo en su obra monumental de libros, cine, televisión y teatro, pero lo más importante, en las mentes y los corazones de cualquiera que lo haya leído, porque la lectura permitía conocerle. Era el niño más grande que conozco", dijo el 6 de junio a su nieto Danny Karpetian, al anunciar su muerte, según el sitio web de ciencia-ficción io9. Como reconocimiento a su carrera se nombró un asteroide con su apellido y fue premiado en varias oportunidades.