El debate sobre la ‘tuiteratura’: ¿el soporte puede dar continuidad al género?

“Las redes muestran más del lector de lo imaginado”

¿Usted se confiesa ‘tuiterato’, pero es un escritor desde antes de la existencia de las redes sociales, cómo el uso de estas puede influenciar la dinámica de la literatura?

La mayoría de escritores jóvenes comprenden que la interacción en las redes sociales nos están mostrando mucho más de la gente de lo que podríamos imaginar. También es momento de jugar con la ráfaga de los significados. Esta sociedad se ha acostumbrado mucho a la ráfaga de significados. En México les decimos balazos a las frases que más o menos nos enganchan. Son anuncios como los thrillers, los anuncios de la televisión, de los noticiarios. Los que hacemos microficción nos dimos cuenta que estamos acostumbrados a ese flashazo que nos puede mostrar cosas mucho más grandes y que es el momento ideal para mostrárselo al público y que sean ellos quienes se imaginen mucho más de lo que estamos dando. 

¿El microcuento es una nueva forma de literatura en twitter?

Digo que es una nueva forma de literatura porque es interactuante. No solo necesita del escritor haciendo esa ráfaga de significados como el lector dándole más volumen a esas palabras con su imaginación, lo que puede deducir, ver en esa imagen.

¿Si hablamos de que en las redes sociales todos somos los que queremos ser, es @joseluiszarate el escritor que quiere ser?

Cuando yo entré a twitter decidí que mi imagen sea la de un patito de hule, porque en teoría del color el amarillo sobre el negro tiene mayor visibilidad que otras combinaciones. Pero a la vez es un juego, el patito de hule es el que juega en la cancha de twitter. Cuando escribo ensayos o novelas pienso de otra manera. El cuento tiene que ser un knockout, tiene que cerrar el golpe e ir de inmediato al asombro. Pero la novela tiene que involucrar aspectos que le den sentido a su expansión.

Lo que para mi sí es la escritura es un acto divertido. Me permite jugar y decir cosas que considero importantes. Hay una imagen muy común del escritor que sufre, llora siendo escritor y yo soy un patito de hule.

Pero el twitter puede ser soporte de la literatura, pero no lo que la define...

El tiempo de las redes sociales realmente es pequeño. Twitter no tiene una expectativa de vida muy larga, dentro de unos años otra red social la reemplazará. Pero eso es interesante porque actualmente hay muchos libros que nosotros damos por sentado que eran libros, como los de Charles Dickens, estos tenían como medio original el cuadernín. El folletín sobrevivió al formato y ahora los vemos como libros. Muchas veces el formato ha sobrevivido al medio que había. Igual va a pasar con la literatura, cuando ya nadie recuerde qué era Twitter y uno tenga que poner un pie de página para explicarlo, pero el formato puede sobrevivir, como los sonetos. Los 140 caracteres son un juego de lo que podemos decir.

¿Todos podemos ser tuiteratos?

Yo lo veo como los deportistas de las Olimpiadas. Todos podemos correr pero no todos hacer maratones. El escribir no es algo dinástico, que se pase de padres a hijos, sino que es un trabajo en el que uno tiene que invertir bastante tiempo como en cualquier actividad humana.

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“El afán contemporáneo por lo breve no asegura calidad”

¿A qué se puede definir como ‘tuiteratura’?

Lo que existe es la literatura. Estamos hablando de contenido, no de continente; las historias pueden estar en libros impresos, ebooks o donde sea, pero no por eso dejará de ser literatura.

¿La existencia de twitter es una ventaja o podría ser una desventaja para el posicionamiento del formato del microcuento ?

Podría ser una ventaja si los 140 caracteres del twitter (límites que en lo personal me parece una camisa de fuerza, me saca de quicio y por eso soy un pésimo ‘tuitero’)  sirvieran como un simple ejercicio de brevedad para el aspirante a micronarrador. Nada más… De todos modos, no hay mejor ejercicio que leer a los maestros.

¿Desventaja? Si se cae en la novelería de creer que twitter puede reconfigurar un corpus micronarrativo. Leí alguna vez que han hecho ejercicios de convertir (o reducir) a ‘tuits’ el Ulises de Joyce y otras obras voluminosas, pero eso es tan ‘poser’ como que David Guetta haga un ‘cover’ de las sinfonías de Gustav Malher. ¿Por qué mejor no ‘tuitean’ la poesía, la gran poesía universal? Si la ‘tuiteratura’ solo aborda la micronarrativa, debería llamarse simple y llanamente ‘tuiter-relato’ o ‘tuit-microrrelato’.

¿Si lo breve puede nacer bajo el estigma de lo fácil y luchar con eso, twitter lo promueve?

Ese “estigma de lo fácil” más bien me suena a un eufemismo de “mediocridad”, y ya que es un mal universal, ni el perímetro de cuento o un poema, ni un taller literario ni el seno académico pueden estar inmunes. No creo que ninguna red social “promueva” ni la mediocridad ni la excelencia. ¡El pobre pajarraco azul no puede tener la culpa si el ‘tuitero’ ya viene con errores de fábrica!

¿Consideras que la tendencia es que el microcuento gane espacio en un mundo que cada vez apuesta más por lo breve?

El aforismo y su nieto, el microcuento, existen desde hace mucho antes de la era del internet y de las redes sociales. Quizá la apetencia contemporánea por lo breve le esté dando un ‘revival’, un ‘aggionarmiento’, pero en sí no asegura calidad.  Recordemos el famoso aforismo de Baltasar Gracián: Lo bueno, si breve, dos veces bueno; y aún lo malo, si breve, no tan malo. Es claro, entonces, que la brevedad es una operación mental que requiere gran agilidad y conocimiento técnico. El resto es puro accesorio. ¿Twitter me podría convertir por default en un Monterroso o en un Anderson Imbert? Lo dudo mucho.

Suponiendo que lo que los microcuentos de twitter podrían constituirse en un género literario, ¿todos podrían ser tuiteratos?

Concuerdo con el autor mexicano Alberto Chimal, quien en su reciente visita a Guayaquil dijo que no creía en la “tuiteratura” como definición, ya que las redes sociales son apenas herramientas para difundir la literatura. La primera está al servicio de la segunda, no al revés. Sino, también debería existir la “facebooklatura” o la “instagramlatura”. Me recordó a ese gag de El Chavo del ocho: los animales que comen carne se llaman carnívoros, los animales que comen insectos se llaman insectívoros, los animales que comen hotcakes se llaman hotcakequívoros….