El cómico y liberador discurso de La Palumbo divierte en Microteatro
La Palumbo ha emigrado a París en busca de una mejor vida. Cansada de los maltratos de su esposo Alfonso Sempértegui, decide borrar ese estilo de vida para emprender su sueño de ser bailarina del conocido Molino Azul.
Sin contar con esos dos pies izquierdos que le juegan una mala pasada, su anhelo artístico se desmorona al punto de terminar como prostituta en este reconocido cabaret parisino.
El actor argentino Víctor Acebedo es el creador e intéprete de este personaje pícaro e histriónico de la obra Molino Azul, que estará en cartelera de Microteatro GYE (ubicado en el Malecón del Salado) hasta el 31 de marzo, de miércoles a sábado, en funciones desde las 19:30.
“Ella vive las viscisitudes de recurrir a su marido, a la distancia, para pasar de ser una prostituta cualquiera a la propietaria del cabaret”, adelanta el director de Ubriaco, quien creó el guión basado en la obra Feroz, de Ariel Sampaolesi y Andrea Hernández.
El relato de La Palumbo transita sobre una vida de abusos y violencia femenina. Un drama que ella maquilla a través de un jocoso discurso en el que narra la forma en que se escapó de su pareja y cómo hizo para obtener el dinero con el que compró el Molino Azul.
La escenografía fue montada con la decoración de este cabaret que tiene mesas y asientos de madera, ubicados frente a ella. Una coqueta, una silla y una maleta son parte de los elementos con los que se desenvuelve para transportarnos a su triste pasado y regresarnos a un presente prometedor.
“Las cosas que una tiene que hacer para ir a París”, dice mientras sonríe a sus espectadores después de revelar sus más íntimos secretos.
“Es un relato tragicómico, hilarante e íntimo que conecta rápidamente con el público”, cuenta Acebedo quien lleva siete años con la presentación de este personaje al que le diseñó su vestido, peluca y maquillaje.
Víctor Acebedo es licenciado en Arte dramático, Master en Gestión y Producción Cultural, catedrático universitario y productor teatral. Reside en Guayaquil hace más de 20 años. (I)