Las obras seleccionadas para esta edición especial por el Día de la Mujer son variaciones de literatura femenina y de una cinematografía que -en su conjunto- exploran otras posibilidades de mirar el rol de la mujer en la sociedad.

Sus autoras y protagonistas no dan cabida a conceptos homogéneos ni a estructuras sobre el rol que, se asume, la mujer debe cumplir en su entorno. Se atreven a plantear nuevas posibilidades de ser mujeres, capaces de cuestionar por sí mismas las jerarquías patriarcales en las que subsisten.

Tienen presencia en realidades que transgreden lo político, como pasa en Las Sufragistas, de la cineasta Sarah Gavron. Este filme, estrenado en 2015, resalta la labor de un grupo de mujeres de Reino Unido para cambiar su entorno, exigir un derecho ciudadano como es el voto y cuestionar desde su época el rol del poder y la figura masculina.

Entre las obras que se plantean como ‘de lectura obligatoria’ figuran 3 que cuestionan el apego de la madre a sus hijos: Distancia de rescate, de la argentina Samanta Schweblin; Lumpérica, de la chilena Diamela Eltit y Tenemos que hablar de Kevin, película de Lynne Ramsay. Estas obran miran, sin ningún tono panfletario de reivindicación, aquella idea idílica de la maternidad, en la cual el amor se infiere como una sustancia orgánica, como una variante fija en la relación con un nuevo ser. (I)