“El cine es un negocio, lo pensamos como tal y necesitamos que así sea”
“¿Cree que el cine ecuatoriano es rentable?”, le preguntaron desde el público a Santiago Cárdenas, representante de la cadena Multicines durante el Encuentro Nacional de Cine 2014 que se celebra desde el jueves pasado en la capital. “Sí es. Si la película es buena. Y como buena, un valor subjetivo, me refiero a que guste al público y que genere tráfico, en beneficio de todos los actores”, respondió tajante.
En esta respuesta, que busca conjugar de alguna forma el valor artístico y el económico, está contenido el debate que mueve el encuentro: cómo formar una industria cinematográfica que sea rentable, es decir, que llegue al público ecuatoriano, pero que no pierda su calidad expresiva y artística.
En este dilema se encuentran contenidos los demás, que tienen que ver con métodos de exposición y circulación, planificación mediática, los números detrás de la industria y el diseño de políticas públicas que la potencien. Porque el cine ecuatoriano ya es capaz de producir varios títulos al año, y de calidad, sin embargo, no es capaz de cautivar al público y por tanto, no es rentable.
En la segunda charla de la jornada, Las salas comerciales siguen creciendo, las ventas de cine nacional no, se buscaba dar voz a quienes comúmente son considerados los malos de la película: los exhibidores comerciales. Por eso, con el afán de abrir un diálogo y buscar un diagnóstico que permita encontrar soluciones colectivas, la organización invitó a Iván Aguas de Cineplex, y Santiago Cárdenas, de Multicines, a hacer de abogados del diablo y aclarar las posturas de sus respectivas empresas, piezas clave de la industria.
“El cine es un negocio, nosotros lo concebimos como un negocio y necesitamos que lo sea”, dijo de entrada Iván Aguas, sin embargo, añadió: “Nunca hemos cerrado las puertas a la producción nacional, todas las películas se han tratado con la misma moneda”.
En este sentido, la charla sirvió para aclarar mitos y posturas dogmáticas que se sostienen sin atenerse a la realidad. Un caso claro es la noción de que las salas comerciales discriminan en contra del cine ecuatoriano, al no ser tan rentable ni publicitado como un ‘blockbuster’ salido de Hollywood.
Así, Santiago Cárdenas -dejando claro que hablaba solo por Multicines- ofreció datos que buscaban aclarar el tema. Según él, en el período 2006-2012, las 15 películas ecuatorianas estrenadas promediaron 7,5 semanas en cartelera: los grandes estrenos hollywoodenses promediaron 4,4 semanas. La misma tendencia se observa en 2013: las 12 películas nacionales tuvieron un promedio de 5,6 semanas en cartelera, las estadounidenses 4,2.
Según sus cifras -en las que los promedios pueden ser engañosos- la falta de público no nace de un trato discriminatorio por parte de las cadenas de cine. En este sentido, mencionó otras posibles causas por la falta de público, como una falta de diversificación en los géneros –la mayoría de estrenos es de drama–, una falta de planificación clara en las fechas de estreno y de estrategias claras de marketing y publicidad.
También recordó que la industria en general está en crisis, no únicamente el cine ecuatoriano. Además, se debe recordar que esto solo tiene en cuenta las salas comerciales, es decir, que no se enfoca en otras ventanas de exhibición como la internet y la televisión, dos puntos vitales del programa del encuentro.
La charla sirvió para tender la mano a los diferentes participantes del gremio al diálogo con los exhibidores, para que se vea el beneficio común que los reúne. “El tiempo de permanencia en cartelera es una consecuencia, no una causa, del éxito de una película. No queda más que encontrar un punto intermedio entre lo estéticamente exquisito y aquello que le gusta a la gente, si queremos que la obra se vea”, dijo para cerrar Cárdenas.
La cita tenía previsto cerrar ayer luego de las dos de la tarde con las conclusiones entre las mesas de trabajo que se armaron para el caso.