Ayer, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), sede matriz, se firmó un convenio entre Ciudad Comercial El Recreo y la entidad para que el bibliobús vuelva a funcionar y sirva a lectores del sur de Quito, donde hará parada final.

El convenio consiste en que la entidad privada habilitará, equipará y operará el bus. La inversión, indicó Raúl Pérez Torres, presidente de la CCE, bordea los $ 40 mil que provienen del centro comercial.

Se estima que para abril entrará en funciones el bus (llamado ahora BiblioRecreo-CCE), junto con una sala de lectura y una de conferencias, que estará ubicado en el interior del parqueadero del centro comercial, que se halla en el sector conocido como La Maldonado.

El número de libros con el que operará el bus es de 6.000 inicialmente. Los libros para niños serán 3.000 y la misma cantidad para adultos. Aunque aún no hay un inventario final se equilibrará la oferta de lectura entre autores nacionales e internacionales.

Luego de una selección, que designará a quienes atiendan a los lectores, ingresarán tres personas. Estas serán capacitadas dentro de la CCE en bibliotecología, así como en el manejo de los préstamos.

El sueldo saldrá de la Ciudad Comercial El Recreo, indicó Gilberto Mantilla, presidente de la Junta de Copropietarios del Recreo y apoderado general del Recreo Plaza, quien asistió a la firma del convenio.

Una de las razones para la ubicación del bibliobús es porque, sostuvo Mantilla, al centro comercial acudieron 26 millones de visitas durante 2012 (en diciembre hubo 3 millones).

Pérez Torres, tratando de ubicar una especie de modificación en la cartografía de las ciudades, señaló que las plazas fueron reemplazadas, aunque no en su totalidad, por los centros comerciales. Que ahora esos son sitios donde se congrega la gente.

Y que ello, provocado por la globalización, será aprovechado por la CCE para que los lectores del sur de Quito accedan a obras literarias locales e internacionales. Además, contó que los textos serán donados por la entidad y que, aparte, programará la visita de autores locales para que hablen de su obra, así como títeres u otras actividades que se ofrecen en la casa matriz.

Fue cauto al hablar del éxito que podría tener la iniciativa; no obstante afirmó que de funcionar buscará, con similares formas de financiamiento, replicar el proyecto en otras zonas de la capital.

El bibliobús fue creado en 1982 y sirvió para llevar la lectura a zonas de Quito que no tuvieran acceso a las bibliotecas. Eso sucedió con la campaña de lectura de la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo.

Luego en 2000, en el proyecto Esta casa sí camina, llevó los libros a las zonas alejadas de la ciudad hasta que en 2007 quedó inactivo en los parqueaderos de la CCE. De ahí el automotor se deterioró, sus estantes de madera fueron ocupados por capas de moho, las latas se oxidaron y sus llantas quedaron desinfladas.