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Ecuador, 22 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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El arte: arma de reflexión social

Al subir por la calle Francisco de Orellana aparece la estatua del líder norteamericano Abraham Lincoln cubierta por franjas de pintura roja -¿el líder ensangrentado?- en la plaza que fue erigida en su honor. Afiches del desaparecido David Romo cuelgan en los postes de luz. El día brillaba y la ciudad hablaba a su manera.

Tras el redondel está el Hotel Quito, en donde Antoni Muntadas, artista y precursor del Media Art, espera. Él aborda la relación entre el espacio público y privado dentro de determinados marcos sociales o los canales de información y la forma como son utilizados para censurar o promulgar ideas. Presenta sus proyectos en distintos medios, como fotografía, video, publicaciones, Internet, instalaciones e intervenciones en áreas urbanas.

“El arte  tiene la obligación de crear conocimientos, información y reflexión política”En el restaurante del hotel el artista atiende entrevistas. Tiene el cabello cano y en sus facciones pálidas se atisban signos de agotamiento, quizá producidos por las largas millas de vuelo, la estancia de aeropuerto en aeropuerto y el sueño interrumpido e, incluso, se vislumbran unas ojeras que no esconden, totalmente, las gafas cafés que Muntadas lleva puestas aquella mañana de jueves en Quito.

Julio ha sido un mes para que este artista vaya de tour profesional por Latinoamérica. Tres destinos lo esperaban: Venezuela, Perú y Ecuador. En su primera parada expuso la Construcción del miedo en el Periférico de Caracas, obra que, dijo, “llevó haciendo desde 2003 y que arrancó en la frontera entre Tijuana y San Diego bajo el título de On Translation: Miedo / Fear”.

Con esta serie, el artista catalán describe cómo el miedo, desde las esferas privada y pública, invade a la sociedad; “de acuerdo a la ubicación geográfica el miedo se percibe diferente”, explica el artista.

DATOS

Antoni Muntadas-Prim i Fàbregas nació en Barcelona en 1942. Vive en Nueva York desde 1971. Ha estado trabajando como profesor en la Universidad de San Diego, Escuela de Bellas Artes de Burdeos y Grenoble, Escuela Nacional de Bellas Artes de París, el Instituto de Arte de San Francisco  y la Universidad de São Paulo.

También ha
colaborado con el Visual Studies Workshop de Rochester (EE.UU.), el Banff Center de Canadá, Arteleku en San Sebastián y Le Studio National des Arts Contemporains Le Fresnoy (Lille Metropol).

Su obra se
basa en el uso de tecnologías audiovisuales: video, Internet, ordenadores con relación a los fenómenos sociales y como respuesta crítica a los “mass media”. Una obra suya muy conocida es el programa que realizó para TVE, en su serie Metrópolis, llamado "TVE: Primer Intento"
Luego aterrizó en la capital porque tenía confirmada una charla acerca del miedo en la PUCE. Al finalizarla, se desplazó hacia  Riobamba, participó en la Bienal de Cuenca con la conferencia audiovisual “Metodología del proyecto” en el Museo de Arte Moderno. Y, después abordó un avión rumbo a Lima para presentarse en el Museo de Arte. Pero ahí no terminó su agitado itinerario, volvió a  Ecuador, esta vez dictó la semana pasada el soliloquio “Protocolos y Proyectos: trabajos hechos en los 10 últimos años” en el Centro de Arte Contemporáneo en el que exhibió dos videos sobre su visión del miedo.

¿Cómo ve la incidencia de la economía en el quehacer artístico? Con sencillez y meditando cada palabra, Muntadas explica que la red del arte opera por medio de dos vías. “La primera corresponde al sistema de la producción de los artistas en que la obra se hace y tiene unos valores de realización y producción, y, luego, el sistema que es toda la estructura que va entre la gente que media entre el arte, el artista y la audiencia: galería, museo, críticos, los media, los coleccionistas”. Él estima que son necesarios aunque, de vez en vez, “ejercen mecanismos de poder. Desde los 80 las situaciones económicas también tienen muchas implicaciones en el arte.

Por las amplias ventanas se avista la inmensidad verde de la cordillera que deslumbran al artista quien nos solicita que, al final de la entrevista, le fotografiemos con ese panorama de fondo. “El artista tiene que hablar del mundo que lo rodea y ser testimonio de esta realidad, en el fondo no me invento nada, lo traigo a luz, reposiciono, recontextualizo con mi trabajo fenómenos que existen y que creo que la manera de visualizarlos quizá contribuye a que hay una reflexión o interrogación sobre ellos”, detalla. Por ello explora en sus propuestas el miedo, la censura, el ejercicio del poder, situaciones enredadas que, así mismo, se presentan en una complejidad de formas.

Aunque prefiere no discurrir sobre preguntas que aborden temas y problemáticas de orden conceptual porque procura, en lo posible, tomarse su tiempo, cavilar y estructurar correctamente sus respuestas, Muntadas sabe qué cauce tomó desde que empezó su carrera: “no me va la idea de que el arte es representativo, celebratorio o formalista; tiene la obligación de crear conocimientos, de ser un arma de información, comunicación o reflexión social y política”.

En este punto expresa sobre la crisis que tambalea a España “tengo una dimensión distante porque vivo en los Estados Unidos desde 1971, pero como ciudadano contemplo lo que me dicen los medios: crearon estructuras que no corresponden a la realidad del país”. Agrega que “es muy difícil hablar de estas cosas”, quizá porque prefiere interpretarlas a su modo: haciendo arte.

Para la investigadora Modesta di Paola, las obras de Antoni “son artefactos que toman una distancia crítica de la estética convencional, chocan con la idea de contemplación estática y requieren una percepción dinámica y crítica. Ya sean instalaciones, arquitecturas, videos, fotografías, textos, publicaciones, sitios web, net art o intervenciones públicas, sus artefactos son siempre la materialización de una idea nacida por una necesidad subjetiva”. El artista relata que al final de los años 70 configuró el concepto de Media Landscape: “ver a través de   las ventanas mediáticas -periódico, radio, Internet- el paisaje urbano o rural.

De sus amigos de España se acuerda mucho del cuentista catalán Quim Monzó: “leo los artículos que saca en los diarios, es muy divertido y un muy buen tipo”. Pero en vista de que necesita divagar, Muntadas, retoma un tema que lo apasiona el Barça que ahora contará con el malabarista del balón Neymar: “este muchacho viene con aires de humildad mas él quiere comerse el mundo, no sé si se aliarán con Messi que es el número uno que ya ve su trono al acecho”.

Al despedirse pide un retrato con el verdor de las montañas que están al fondo, luego del cristal.

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