El archivo de EL TELÉGRAFO se ordena para su traslado

A finales de 2014, se encontró entre documentos sin ficha un hito de la historia bolivariana de América Latina: la carta a Jamaica. En ella Simón Bolívar se dirigía al comerciante inglés Henry Cullen, desde Kingston, Jamaica, el 6 de septiembre de 1815, como “Contestación de un Americano Meridional a un Caballero de esta Isla”. Esta es la única versión que hasta ahora se conoce en español y había permanecido guardada en un archivo de Ecuador sin que se hayan tenido antecedentes de su existencia.

Archivar documentos valiosos —por años— y sin saberlo es parte de la ‘criticidad’ de los archivos que se encuentran en Ecuador, explica Matteo Manfredi, uno de los expertos internacionales que llegó al país para integrar un censo de archivos, dar capacitaciones sobre el sistema idóneo a utilizar y estructurar el sistema de uno de los archivos fotográficos más antiguos del país: el de Diario EL TELÉGRAFO.

En el país, los gobiernos locales no tienen claro qué fondos deben asignar al manejo de los archivos que administran admitió Andrea Nina, subsecretaria de Memoria Social del Ministerio de Cultura y Patrimonio. Esa dispersión sobre la memoria y el manejo de los archivos se refleja en la Hemeroteca de la Biblioteca Municipal de Guayaquil, donde se ausentan periódicos de determinadas fechas y donde hace más de un año los usuarios que solicitan ejemplares de EL TELÉGRAFO no los encuentran. “Puede descargar el PDF en internet”, dice la bibliotecaria, desde que la administración canceló su suscripción. “Quien pierde es la ciudadanía”, resalta el historiador Ángel Emilio Hidalgo.

El Ministerio Coordinador de Talento Humano y Conocimiento inició durante la semana pasada, en Quito y Guayaquil, la socialización del Primer Sistema Nacional de Archivos. “Los archivos no deben ser vistos solo como repositorios de papeles, sino espacios de la memoria ciudadana y donde la gente puede acceder a la información”, dijo durante una de las primeras sesiones de socialización del Sistema, María Elena Porras gerente Institucional de Innovación de Archivos Históricos y Bibliotecas Públicas Nacionales (GIIAB).

En el edificio antiguo de Diario EL TELÉGRAFO, ubicado en 10 de Agosto y Boyacá, en el centro de Guayaquil, permanecen unas cuantas oficinistas, el silencio de la antigua redacción y los archivos de una historia nacional. Cintas de 30 metros están almacenadas en cajas y sin descripción, en una serie de repisas hay 1.300 tomos que guardan los periódicos desde el 2 de abril de 1884 hasta la actualidad y en sobres desordenados se guardan al menos 7 millones de fotografías.

Una de las hemerotecas más grandes de la ciudad y de uno de los diarios más antiguos no ha sido sometida a un orden sistemático. Hacerlo podría tardar entre 2 y 3 años, explica Manfredi. Actualmente se está trabajando en el primer diagnóstico. “Se calcula un total de 7 millones de fotos, 10 mil se habrán digitalizado. La intención es someter el archivo a un tratamiento documental integral para que se pueda abrir a la sociedad e iniciar investigaciones”, dijo.

La prioridad, es levantar un inventario y establecer detalles del archivo para su control, tratamiento archivístico y digitalización, de cara a lo que será el traslado de la hemeroteca a la próxima biblioteca de la ciudad, en el antiguo Banco de Descuento.

Entre las herramientas de uso estarían la conformación de un mapa conceptual del archivo, sus funciones, un cuadro de clasificación, la reestructura física del material en sobres, cajas y papeles de un PH determinado. Posteriormente se trabaja en la descripción que generará una base de datos que permita alcanzar la información y agruparla en temas centrales: fútbol, política, ciudad.

Según Manfredi es necesario implementar pasantías con las universidades para estudiantes de fotografía que puedan ayudar en el proceso de socialización del archivo. Tener control de los archivos es una labor que puede empezar desde lo estatal, pero también —considera el experto— que debe integrar una red. “El esfuerzo del Ministerio de Talento y el Ministerio de Cultura es un primer paso, se tiene que dar continuidad para armonizarlo todo”, dice. (I)