El 10 de Agosto, según historiadores, empezó la libertad de la región
Como una sucesión de eventos, proceso que repercutió en la posterior liberación de varios países de Hispanoamérica, es como varios historiadores y especialistas entienden el 10 de Agosto de 1809.
Una fecha de trascendencia para los ecuatorianos y en la que se celebra el Primer Grito de Independencia, por la gestión de los patriotas.
El cronista de Quito, Juan Paz y Miño, asegura que este día debe ser recordado como “la fecha simbólica en la que la nación y su gente se identificaron como hacedores de su propia soberanía y libertad”, y añade que se trató de la búsqueda de la ruptura colonial frente a España.
El especialista sostiene que el 10 de Agosto no fue una revolución aislada, sino un momento que quedó inscrito en el proceso de emancipación de América Latina.
“Junto con Quito en 1809 se produjeron revoluciones en el territorio que hoy se conoce como Bolivia. En 1810 se realizaron las revoluciones en México, Caracas, Santa Fe de Bogotá, Santiago de Chile, Buenos Aires. Ya en 1812 este panorama era común a la Hispanoamérica de la epoca”, explica.
Sin embargo, esta no fue la única repercusión de la revolución de agosto.
Para el investigador Carlos Calderón Chico, miembro de la Academia Nacional de Historia, las consecuencias del Primer Grito de Independencia se vivieron también de forma local.
“A ese golpe hay que tomarlo como el inicio de un proceso transformador que dejó secuelas como la continuación del proceso de independencia 10 años después de parte del pueblo de Guayaquil, el 9 de Octubre de 1820”, sostiene.
Este es un criterio con el que coincide el cronista Paz y Miño. “Quito es un antecedente de lo que ocurrió en Guayaquil en 1820, cuando arranca un segundo momento del proceso de independencia”, asevera.
Paz y Miño califica a esta etapa como “exitosa”, versus la revolución de Quito en 1809.
“No se dio bajo las mismas condiciones. En Quito, la represión fue absoluta”, añade.
De su lado, Calderón Chico sostiene que parte de ese fracaso se dio por la falta de un respaldo popular del pueblo de Quito.
“Al movimiento del 10 de agosto no se plegaron los indígenas, porque se sentían golpeados por el trato que los criollos les habían dado a lo largo de muchos siglos”, explica.
Calderón Chico afirma que en tiempos anteriores, al 10 de Agosto se lo entendía como una fecha aislada y no como un proceso que se gestó antes y que se desarrolló despúes de ese día.
Según dice, los profesores primarios y secundarios tienen mucha responsabilidad en este tema.
“Los maestros decían que se trataba de un mito, de una falsedad y esto es porque los profesores no leen.
Muchos utilizan el mismo libro que han tenido desde su infancia, incluso”, afirma.
No obstante, este no es el caso de Rubén Darío Ordóñez, profesor de la materia de Estudios Sociales en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, desde hace 37 años.
Según explica, intenta mantenerse actualizado todo el tiempo mediante lecturas y también por volver amena la clase para sus estudiantes.
“Después de la explicación, realizamos un taller en el que todos discutimos los temas y ellos sacan sus propias conclusiones. De esta forma cumplimos el objetivo de educar estudiantes para que tengan un criterio formado respecto de los temas que son trascendentales para la historia de la patria, como por ejemplo el 10 de Agosto”, concluye el académico.