A los EDOC les falta salas en Guayaquil, no audiencia
De los balcones de las casas que cierran el Callejón Magallanes colgaban carteles que decían “Bienvenido Muégano Teatro y EDOC”. El lugar, casi oculto entre el bullicio de la zona rosa, está copado de niños. Antes de cada función documental del Festival Encuentros del Otro Cine (EDOC) –el evento con el que se inauguró este espacio en el centro de Guayaquil– ellos hacen la suya.
Muégano Teatro abrió sus puertas este miércoles con la gente del barrio. Un día después, en su sala, arrancó la programación de los EDOC, un festival documental que se ha realizado en la ciudad de manera ininterrumpida desde su primera edición –hace 17 años–.
Los EDOC se hacen pese a la falta de salas de cine adecuadas para su proyección en la ciudad y la ausencia de auspicios locales. El público se repite –siempre queda gente afuera– y aún hay expectativas sobre las funciones.
Gran parte de los años que se realizó el encuentro en la ciudad tuvo funciones desde temprano por la tarde, en la sala del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), un espacio con capacidad para 300 personas.
El nuevo espacio cultural puede acoger para funciones de cine a 80 personas. La pantalla fue una donación de la cadena de cines Cinemark. Foto: José Morán / EL TELÉGRAFO
Con el tiempo, el festival ha crecido. Ahora se realiza también en Cotacachi y este año tuvo la mayor postulación de películas de su historia.
Un comité de contenidos vio por día más de 1.500 filmes postulantes y se dedicó a seleccionar a los autores ahora invitados. Sin embargo, en Guayaquil el proceso de crecimiento del festival, de acuerdo a los organizadores, parece ir en reversa.
En la ciudad, el festival se ha programado en la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas; la Alianza Francesa, la Universidad Católica de Guayaquil, la Universidad de las Artes (UArtes) y la antigua sede de Muégano, en el sur.
Casi siempre el MAAC fue la sede principal del evento. En 2014, los EDOC reabrieron la sala de cine del MAAC luego de haber estado cinco meses sin programación.
En 2016, la organización prefirió trasladar su sede central al campus centro de la UArtes, su actual coproductor en la ciudad.
El año pasado las funciones volvieron a la sala que maneja el Ministerio de Cultura y Patrimonio (MCyP), sin embargo la producción improvisó un ventilador porque el aire acondicionado no funcionaba.
Este año los organizadores de Cinememoria, la corporación que ejecuta el encuentro, solo consultó si los problemas del aire persistían en el MAAC y la respuesta los hizo decidir su programación en la nueva sede de Muégano.
“Esta es la única sede de los EDOC en Guayaquil. Si no hubiéramos logrado resultados de toda la presión que ejercimos para poder abrir el miércoles el espacio hubiera sido sumamente problemático para los EDOC”, dijo Santiago Roldós, director de Muégano, durante la inauguración del encuentro.
Para Roldós, Muégano tiene un compromiso con los EDOC y la ciudad también, pero hay un orden que no se cumple: “deberían tener muchas casas en Guayaquil”, dijo Roldós.
Citó a Bárbara Aranda, una de sus compañeras teatrales para referirse al trabajo de este festival: “la labor que han venido haciendo los EDOC para la conformación de la cultura no solo tiene que ver con la preservación, sino también como una manera de demanda de diversidad, la obligación de que quepamos todos y todas los que no nos imaginamos cómo podemos ser”.
En esta inauguración estuvieron en primera fila cuatro de los ocho fundadores de la corporación Cinememoria: Manolo Sarmiento, Ramiro Noriega, Juan Martín Cueva y Alfredo Mora Manzano.
“Para la ciudad, este teatro es un logro”, dijo Mora, quien está a cargo de la dirección del encuentro desde el año pasado. Agregó “en esta sala sí funciona el aire”.
Cueva, quien ahora preside la escuela de cine de la UArtes, dijo que “el hecho de que se realice en Guayaquil el festival en estas condiciones tiene que llevarnos a reflexionar para bien y para mal.
El encuentro ha crecido, se han reproducido la capacidad de proyección, las sedes, pero aquí se han encontrado muchas dificultades que son las del crecimiento”.
Cueva dijo que no hay otra manera de hacer este encuentro que dando la mano en lo que se puede, a pesar de que él –como Noriega y Sarmiento– están fuera de la organización por sus propios proyectos.
Desde la Uartes trabajan con estudiantes para que realicen prácticas preprofesionales en el encuentro y el campus centro funcionará como sede de charlas como la de la chilena Coti Donoso. (I)