Editorial Terminal pone a circular artes visuales
A modo de fanzines, impresos en risografía, con ediciones numeradas limitadas y pocas páginas salen las primeras ediciones de Editorial Terminal, una propuesta que pone en circulación proyectos de artistas visuales, por ahora tan solo ecuatorianos, en papel.
Mientras el número de graduados en artes se incrementa y se generan propuestas de galerías, como No Lugar, Más arte, en Quito; Violenta y Nómada, en Guayaquil; y Saladentro, en Cuenca, los registros sobre el trabajo de artistas contemporáneos son escasos.
Editorial Terminal, una propuesta del artista y diseñador gráfico Jaime Núñez del Arco y la diseñadora Gabriela Valarezo, plantea estimular diálogos, agrupar artistas y empezar un catálogo de obras coleccionables, específicas para el formato impreso. Esta es una alternativa al registro escaso de los procesos de arte contemporáneo en el país.
No se trata de un catálogo, ni de repetir las obras que ya se han visto en galerías, donde quedan pocos registros; o en redes sociales, cuyo impacto se mide con likes.
Núñez del Arco dice que decidió no hacer una galería, necesitaba hacer una editorial. “Podrías pensar que las páginas de un libro son una exhibición, con las características inherentes de una publicación: no es efímera”, dice el artista.
En la primera edición recoge su trabajo en el número “Art to make pancakes”. En esta serie de 100 copias juega con el manual de una impresora monocromática y su propia adaptación, desde dibujos y palabras, una especie de prosa y poemas eróticos, dulces e irónicos.
En “Trans”, la segunda edición, el diseñador y artista polifacético Eduardo Vélez reúne las fotografías de su tránsito entre la vía a Samborondón y Guayaquil a pie. Durante tres años caminó por el puente de la Unidad Nacional, en un proceso de purga.
Núñez del Arco piensa que cada una de las publicaciones que lanzarán son permanentes y capaces de adquirir un valor coleccionable. Esta iniciativa que, por ahora, se sostiene de su trabajo como diseñador y que tiene una inversión mínima de impresión para cada artista, puede aumentar los tirajes con el tiempo.
Para Valarezo, uno de los aspectos fundamentales de esta editorial es darle “un acceso a artistas y creadores de la cultura de Ecuador que no tendrían en otras editoriales. No hay plataformas para visibilizar el trabajo o moverlo en mercados nacionales o internacionales. Reunimos discursos periféricos, de ciudad desde distintos espacios o visiones”.
Por ahora, la distribución de la propuesta está centrada en internet y en siete espacios en el país: dos en Guayaquil, dos en Cuenca, dos en Quito y uno en Portoviejo.
Además de Núñez del Arco y Vélez, se lanzarán las trabajos de Adrián Balseca y Pancho Baquerizo, Enrique Tábara, María Mercedes Salgado, Sarah Skolnick / Riobamba DJ, Sofía Acosta (La Suerte) y José Oliveira.
“Pienso en mi función como un evangelizador que te tiene que hacer entender sobre el valor de un objeto coleccionable de todos los artistas de este país”, dice Núñez.
Hoy será el lanzamiento de la editorial en Guayaquil, en La Molienda (Urdesa). Este año ha sido invitada a tres ferias especializadas en arte: L.A. Printed Matter art book fair, en Los Ángeles; Artslibris, en Barcelona; y UNFOLD, en Shanghái.
La propuesta pone a andar una idea que tuvo Núñez del Arco entre 2004 y 2005, cuando lanzó Tomalá, una revista de arte autogestionada a través de correos electrónicos con artistas del mundo, que tuvo dos publicaciones y se distribuyó en Nueva York, Berlín y París. La dejó por falta de recursos. (I)
La colección
Tres ediciones
Hoy se presentan las primeras tres ediciones de la editorial en La Molienda, en Guayaquil.