Editoriales de Berlín van por lo hispano, digital y ecológico
Para muchos escritores –especialmente jóvenes o para aquellos que buscan formas no convencionales de presentación– las editoriales independientes son una excelente opción. Estas propuestas indie aparecen como un oasis en un paisaje donde las grandes empresas, desde Anagrama hasta Amazon, controlan el mercado.
Pero las editoriales independientes no son un fenómeno de las últimas décadas. “James Joyce, hoy considerado un importante escritor moderno, publicó su mayor obra, Ulises, con una pequeña casa editorial perteneciente a la librería Shakespeare and Company en París, que ni siquiera era su lugar de origen”, comenta Nikola Richter, fundadora de la editorial digital Mikrotext en Berlín.
“We think digital first”
Debido a que su trabajo sucede al margen de la norma y no sucumbe a muchos de los parámetros del mercado literario, las editoriales independientes tienen más libertad para apoyar ciertas corrientes de pensamiento y presentar al público opiniones que pueden ser controversiales sobre temas de política y sociedad. “El trabajo que realizan estos proyectos surge de una necesidad desesperada en un tiempo de monopolios del mercado literario. Las editoriales indie crean espacios libres, que son más nutritivos intelectualmente y llenos de diversidad y vida”, afirma Richter.
La editorial Mikrotext, que fue fundada en 2013 en Berlín, ha ganado un importante espacio en el mundo editorial de Alemania al ser una de las primeras dedicadas a las publicaciones digitales.
“Mikrotext surge de mi experiencia como lectora, pues me hacía falta leer textos cortos de casas editoriales clásicas en mi smartphone. En 2013 solo existía la edición digital de Esto es agua, David Foster Wallace, y los típicos textos que se encuentran en la plataforma del Proyecto Gutenberg. En ese momento vi que había un espacio en el mercado y una demanda que suplir”.
El trabajo de esta clase de editoriales nos muestra que la forma como entendemos la lectura es tan solo una perspectiva y que hay muchas maneras distintas de entender lo que es un libro. “El enfoque de Mikrotext no es sencillamente el e-book, nuestro interés está en las estructuras y herramientas digitales y en las posibilidades que allí yacen para reformular la manera en que escribimos y publicamos”.
El formato digital como primera instancia le permite a editoriales como Mikrotext medir a bajo costo el impacto que tiene un libro y, dependiendo de la demanda, considerar incurrir en los gastos de impresión. “Nuestra editorial puede crear lo que se llaman bookblocks a partir de un archivo de e-book y tenerlos muy rápido listos para impresión. Nosotros partimos del archivo digital y luego consideramos la posibilidad de impresión”.
Este fue el caso del libro The Smartest Guy on Facebook (2013) del escritor Aboud Saeed, quien ha sido llamado el “Bukowski sirio”.
El libro recoge los status updates del escritor publicados en su muro durante 2011 mientras, de manera paralela, el Gobierno sirio se volcaba brutalmente contra su población protestante. La edición digital de Saeed fue tan bien recibida por el público alemán que al e-book le siguió inmediatamente una edición impresa.
“La escritura de Saeed es un ejemplo de las nuevas formas de escrituras que la web está creando, las nuevas realidades digitales. Saeed no se considera a sí mismo como un ‘facebooker’ sino como un escritor; y sus escritos son considerados como textos cortos y prosa”, acota la editora Nikola Richter.
Libros con corazón verde
Otro proyecto independiente que a pesar de su corta edad ya ha sido muy bien recibido por los lectores en Alemania, por su ángulo ecológico, es la editorial Madera.
El proyecto empezó en 2017 como una revista y a la fecha ya se ha establecido como una reconocida editorial para autores de lengua hispana en el país.
“Madera no solo se posiciona como editorial, sino que todo el proceso se concibe desde un punto de vista autónomo. Somos un espacio de investigación continua de esa primera materia que aporta la base para los autores. Ser independientes nos permite, ante todo, controlar el proceso editorial, desde la impresión hasta la encuadernación y, así mismo, no depender de nadie para llevar a cabo nuestras ideas”, manifiesta Oliver Besnier, fundador de la editorial.
Libres de las estructuras del mercado y de la presión de producir en masa, es quizás gracias a estas pequeñas casas editoriales donde los cambios a nivel global se prueban y empiezan a ejecutarse. Muchos de estos proyectos –además de tener el ojo puesto en textos que el mercado consideraría no rentables– hacen una fuerte apuesta por presentar una propuesta de publicación con conciencia ecológica. Besnier entiende el rol de las casas indie como una oportunidad para promover una “literatura consciente”.
Según Besnier, “el mundo está muy mal como para no ser lo mínimamente consciente de la huella que dejamos. Madera, además de ser una editorial, es también una filosofía. Investigamos y trabajamos cada detalle; y al controlar todo el proceso, sabemos qué clase de papel o qué pegamento utilizamos. Debería ser obligatorio en cada uno de nosotros dejar el menor impacto posible en el ambiente”. (I)
Mikrotext, de Nikola Richter, publicó The Smartest Guy on Facebook, de Aboud Saeed, el “Bukowski sirio”. Foto: Nikola Richter