Edificios patrimoniales en deterioro esperan intervención del municipio
En Guayaquil no existen bienes patrimoniales que tengan más de 100 años. El barrio Las Peñas es el único que conserva las modalidades constructivas de finales del siglo XIX, de lo que en algún momento pudo ser Guayaquil con sus casas de madera de mangle, después de tantos incendios.
En el resto de la ciudad hay contrastes entre estéticas urbanas de mediados del siglo XX, con diseños de tipo neocolonial o modernos, y con edificios cada vez más altos adecuados para oficinas.
Esta escena se repite en casos como el Barrio Orellana y del Salado, donde en 2011 se inventariaron como parte del patrimonio nacional 118 viviendas.
El actual Estudio Paulsen, la Casa Pintado, donde residió Antonio Neumane. Su última intervención la hizo el arquitecto John Dunn.
Desde 1990, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) ha trabajado en cuatro inventarios. Actualmente se registran 623 bienes inmuebles patrimoniales en la ciudad de Guayaquil.
De acuerdo a la Ley Orgánica de Cultura es parte de las atribuciones y deberes del INPC comunicar “al ente rector de la Cultura y el Patrimonio, mediante informes técnicos cuando se haya producido violaciones a la presente ley por parte de los gobiernos autónomos descentralizados y de régimen especial o las instituciones públicas o privadas, que impliquen evidente descuido, destrucción total o parcial de bienes patrimoniales, a fin de que se tomen las medidas sancionatorias y administrativas correspondientes”.
A pesar de que con el tiempo se declaran cada vez más bienes inmuebles patrimoniales, muchos de los inventariados se encuentran en estado de deterioro y se contradicen con el discurso conservacionista expresado en la ley. A esto se suma que, desde 2010, de acuerdo al Código Orgánico de Organización Territorial (Cootad), los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) deben asumir la competencia de la conservación patrimonial.
En el caso de Guayaquil, según funcionarios del Ministerio de Cultura y Patrimonio, ente rector del sector, no se ha organizado una unidad dentro del Municipio dedicada a esta labor ni se ha creado la ordenanza correspondiente.
El exbanco de la Previsora fue restaurado por un proyecto de la Universidad de las Artes.
Entre los bienes declarados como patrimoniales se encuentra el edificio de Mi Comisariato, que funciona en el centro de la ciudad; el Centro Ecuatoriano Norteamericano; la matriz del Banco de Guayaquil, que en los últimos años ha sido remodelada en su totalidad; y el Cine Presidente, cuyas instalaciones fueron vendidas para el funcionamiento de una iglesia evangélica.
De los bienes declarados como patrimonio la mayor parte de construcciones de madera se encuentran en deterioro, según información entregada por el INPC.
Entre las que requieren intervención inmediata se encuentran la casa de madera de Aguirre y la Av. Machala, el Cementerio de los Extranjeros, la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y la Casa del Cacao.
Esta última puso en discusión pública la competencia sobre patrimonio que deben asumir los GAD. La vivienda, la única de su tipo como vestigio de la vida cacaotera de la ciudad, es propiedad del Municipio de Guayaquil, que a través de distintos comunicados al INPC ha pedido su demolición.
Inspección
Esta solicitud se enfatizó luego de que una de las columnas de mangle revestida de cemento, en la vivienda, colapsara.
Tras una visita técnica de personal del INPC, realizada el pasado 21 de febrero, la entidad emitió un informe en el que sostiene que no se evidencia “ningún desplazamiento vertical en los apoyos de las bases de las columnas (de la Casa del Cacao), inclusive en la columna esquinera colapsada”.
La inspección determinó que existió vandalismo en varias partes de la vivienda, sin embargo, los expertos consideran que gran parte de la estructura de madera se encuentra en buen estado.
El informe solicita “mantener la edificación patrimonial” e insiste en “la colocación de una sobrecubierta para evitar el ingreso de aguas”.
Entre los procesos de restauración que se han realizado en la ciudad, la mayoría se hace con fines culturales y comerciales. Este es el caso de la Casa Pintado, una vivienda que además de haber sido residencia de Antonio Neumane, el autor del Himno Nacional, fue la casa vacacional de Gabriel García Gómez, padre del expresidente de la República, Gabriel García Moreno.
En los 90, el INPC compró, a un precio irrisorio en sucres, las casas Calderón y la Pintado.
Actualmente la casa Calderón es la sede de la regional de la institución. Mientras que, la Casa Pintado, donde funcionó hasta el año pasado un mercado de artesanías, fue concedida a Estudio Paulsen a través de Fundación Siglo XXI por un periodo de cinco años.
El arquitecto John Dunn trabajó en su restauración. De acuerdo a él, en el momento en el cual le solicitaron su intervención la casa ya había pasado por algunas, entre estas la remoción de sus paredes interiores, que de haberse colocado nuevamente no hubieran permitido el trabajo del arquitecto.
“Desde el principio, mi intención en el proyecto fue que existiera un contraste entre el edificio histórico y mi intervención. Creo que el edificio debe cumplir su función como documento histórico y dar testimonio de la época en la que fue intervenido”.
La opción para su intervención fue la selección de materiales fácilmente desmontables que no perjudicasen la construcción existente. Por ello trabajó con madera como Gypsum. “Camuflar la intervención hubiera sido ir en contra del edificio como documento de las diferentes épocas que le ha tocado vivir”, señala Dunn.
Considera que lo ocurrido con la Casa del Cacao “es lamentable y reprochable. Si existe la sospecha de grupos interesados en destruir el patrimonio construido de la ciudad, debería realizarse una investigación profunda al respecto”.
Para Dunn es contradictorio que años atrás el director de Cultura del Municipio de Guayaquil, Melvin Hoyos, haya planteado un proyecto de una serie de museos en la calle Panamá con un edificio inseguro.
Este estaría en Loja y Rocafuerte y, actualmente, se está hundiendo por la inestabilidad del suelo.
Del otro lado se ubica el caso de la Casa del Cacao, “que ha logrado sobrevivir al tiempo y al crecimiento de la ciudad. La casa del Cacao podría ser la sede de alguna actividad educativa o cultural interesante, que interactúe con la gente para poder enriquecer sus vidas”, refiere Dunn.
A través de la Universidad de las Artes se trabaja en la restauración de otros edificios que serán parte del campus universitario. Uno de ellos es el exbanco de la Previsora, ubicado en 9 de Octubre y Panamá. Este fue embargado por la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) y posteriormente intervenido. Se reemplazaron sus paredes y puertas por material enrollable y vitrinas de vidrio. (I)