Cuando aún era un infante, veía llegar a su madre con escasos centavos que a duras penas alcanzaban para comprar comida. Sin embargo, la generosidad materna llegaba con algo más: saquillos de arroz y azúcar que, vacíos ya, le servían de lienzo al futuro maestro.

Nacido el 06 de julio de 1919, cuando termina la primaria ingresa a la Escuela de Bellas Artes, donde su talento lo hace destacar entre sus compañeros.

A los 20 años viaja a EE.UU. donde hace una breve muestra. En el camino de regreso hacia Ecuador, visitó varios países de América Latina. Ese viaje marcó su vida y su obra.

A lo largo de su vida obtuvo diversos premios nacionales e internacionales como el Gran Premio de la Bienal de España y posteriormente el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo.

Su primera colección se denomina Huacay Ñan (Camino del llanto). Pero no es de la potencia de su obra, que habla por sí misma, de lo queremos contar. En cambio, recogimos la voz de los ciudadanos para ver cuál es el recuerdo que del pintor se guarda transcurridos 13 años de su partida de este mundo.

“Mi imagen del artista está mezclado entre un recuerdo de la Edad de Ira y un pintor que ha sido usado hasta el cansancio como una imagen nacional”, Ave Jaramillo, actor y guionista.

“Es un líder que a través del arte supo expresar el dolor de los más desposeídos. Su estilo, con trazos gruesos y colores fuertes, dan fuerza al cuadro”, Luis Farinango, académico.

La Capilla del Hombre, ubicada en Quito, es una edificación que cuenta con 3,600 m2, en dos niveles, donde se expone la obra del artista fallecido un 10 de marzo de 1999.