Ecuador cuenta con plataforma virtual de información cultural
Las nuevas tecnologías de información y comunicación han modificado, evidentemente, los modos de obtención de datos. En ese contexto, el Ministerio de Cultura presentó el Sistema de Información Cultural, “una plataforma virtual en la que se coloca todo lo referente al mundo cultural del país”, precisó la ministra de Cultura, Érika Sylva Charvet, el pasado jueves, en la presentación del soporte tecnológico.
En la creación del sistema, que está constituido por 5 subsistemas y que recoge datos culturales, naturales, de infraestructura, así como de bienes y servicios, intervino una serie de instituciones públicas, además de consultores y gestores.
El subsistema Atlas de Infraestructura y Patrimonio Cultural del Ecuador (Aipce) recurrió a una serie de fuentes que trabajaban sobre catastros o registros, tanto del Ministerio como de otras instituciones públicas, según contó Florence Baillon, líder de este capítulo.
En la primera parte -se prevé una segunda en el futuro- los contenidos que se plasmaron en la web y en un libro de 159 páginas están relacionados con temas “tangibles”; por lo que se encuentran estudios, mapas y tablas de museos; así como monumentos y centros arqueológicos.
De acuerdo con la información del Atlas, en el país existen 6.780 sitios arqueológicos, de los cuales 738 se encuentran en la provincia de Manabí, 714 en Pichincha, 649 en Loja, entre las cantidades más altas. Entre las estadísticas bajas se constatan 6 en las islas Galápagos, 8 en Santo Domingo de los Tsáchilas y 38 en Pastaza.
Otro dato relevante que aparece en el Atlas es que en Ecuador existen 301 museos, situados en 23 de las 24 provincias del país. La localidad con más infraestructura de este tipo es Pichincha, con 82; seguida de Azuay con 31 y Tungurahua con 22. Las provincias con menos museos son Napo con 3, Orellana con 2, y Santo Domingo de los Tsáchilas y Galápagos con uno cada una.
La consolidación de la información llevó alrededor de año y medio y el Aipce contó, además, con la colaboración del Banco Interamericano de Desarrollo, a través de su programa Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo, que actúa en varios países.
Para la recopilación de información se estableció un esquema que tiene como base un contexto sociocultural en el que se incluye el capital educativo y la complejidad identitaria. Atendiendo a este principio se cubre todo lo que tiene que ver con educación y diversidad cultural, según los anexos metodológicos del Atlas impreso.
También se determinó un núcleo temático en el que se trabajó la apropiación simbólica-identitaria. En este ítem se colocó información de patrimonio, tanto cultural como natural.
Otro núcleo temático fue el acceso sociocultural, y en este capítulo se colocó todo lo que tiene que ver con infraestructura. “El concepto considera una doble construcción, un horizonte de referencia identitaria; conocer para reconocer, por ejemplo el patrimonio, y una conformación de una plataforma de conocimiento para el acceso a bienes y servicios culturales; conocer para acceder”, ejemplificó Baillon.
Según varios diagnósticos, América Latina y el Caribe se caracterizan por su gran riqueza y diversidad cultural, pero ese potencial no está plasmado ni organizado ni de forma virtual ni física, lo que no permite el aprovechamiento en el desarrollo económico y social de la región. Eso será superado con la plataforma virtual, a criterio de Baillon y otros actores culturales que fueron consultados por este diario.
El Atlas Musical y Sonoro de Ecuador (AMSE) también presenta una serie de información que está dividida por regiones y, también, por comunidades.
Este catálogo, según documentación del Ministerio de Cultura, corresponde a un proyecto que se elaboró en 2010, cuyo producto final, además de un DVD, es una sistematización sonora de 15 pueblos y nacionalidades indígenas.
En el Atlas se puede encontrar entonces información histórica, de los géneros, de los instrumentos, así como audios, videos e imágenes. Dentro de las expresiones musicales del pueblo afroecuatoriano, en Esmeraldas, constan dos géneros musicales: la marimba y los rituales religiosos.
La marimba se caracteriza por tener ritmos vocal-instrumentales y es acompañada de danzas. Entre los instrumentos que se usan están “marimba, bombo macho y hembra, cununo macho y hembra, guasá, maracas y voces que participan en cantos de llamada y respuesta (canto responsorial)”, según la web.
En el género ritual religioso la particularidad es que la melodía está directamente relacionada con los rituales tradicionales que se celebran en la comunidad, ocasionalmente está ligada a fiestas católicas. Existen 3 categorías: Arrullos, Chigualos y Alabaos. En la página electrónica constan los cánticos de varios grupos de este sector.
Patricio Estrella, encargado del Atlas Musical y Sonoro, destacó el trabajo de los investigadores que se acercaron hasta las comunidades para obtener los sonidos y arrullos que han pasado de generación en generación.
Citó el trabajo de determinados investigadores como Juan Carlos Franco, William Juncal y Pablo Guerrero, que han estado involucrados con la recolección de información musical hace años.
Para la conformación de la primera etapa del Atlas Sonoro se tomó en cuenta la equidad regional, étnica (consideración de nacionalidades), intrarregional (consideración sobre pueblos indígenas), así como la existencia y disponibilidad de investigaciones precedentes.
La temporalidad de dicho registro corresponde a las últimas cinco décadas (1960-2010-2011). Se acudió a 11 archivos nacionales. 5 son de colecciones privadas, 5 públicos y una Reserva Etnográfica.