Disonancias: vivencias musicales y de carretera
La mañana del martes 31 de octubre Alexander Ávila Álvarez tenía a sus espaldas la primera edición de la Feria del Libro de Macas que inició ese día, sobre un fondo de música lenta, como el rodar del carrito de libros que el autor lleva a la céntrica Plaza Randimpa, en la capital de Morona Santiago.
El escritor —nacido en Quito, crecido en Gualaquiza, en Cuenca; residente en Macas— tiene acento morlaco. Las ruedas de su librero móvil han recorrido las calles de Macas sobre las que no han caído lluvia -menos común, aunque no ausente, en esta época del año-, desde un centro comercial donde Ávila edita Amazon revista, frente a la terminal, hasta la plaza que está frente al parque que corona una iglesia.
El carrito es el repositorio de unos 300 libros y un nombre literario: “On the road, como el libro de (Jack) Kerouac”, dirá Alexander, con su sonrisa calmada. Las ruedas empezaron su trajinar en septiembre, luego de que el autor llegó de presentar su primer poemario Disonancias (La Caída, 2017), en Chile, hace cuatro meses. Vivir en una ciudad de la Amazonía ha hecho que le perdiera el miedo a la carretera, en la que ha pasado muchas horas.
La mayoría de los tomos de On the road es usada. La calidad y el buen precio los han llevado ahí, sobre dos ruedas, y la oferta incluye los tres libros editados por Sur Editorial, el sello que encabeza Ávila. La librería móvil fue adquirida en mayo, mes en que el autor presentó su poemario en la Feria del Libro de la PUCE (Pontificia Universidad Católica del Ecuador), en Quito.
Para ese evento, el escritor viajó más de seis horas, pasó por Puyo -Pastaza- cruzó los túneles de Roca que conducen a Baños -Tungurahua- y escaló la cordillera que conduce a la capital -a través de Cotopaxi-, en Pichincha, pero el carro se quedó en Macas.
El vinilo y su desgaste
El subtítulo de Disonancias responde a la estética del poemario. Le da cuerpo sobre el papel como la aguja lectora de un reproductor de discos de acetato saca notas ahí grabadas. “La música es una constante en mi vida”, dirá Alexander Ávila Álvarez, quien hace una analogía: “cuando se deja de escuchar un vinilo, el tiempo y el olvido lo desgastan tanto como la aguja. A partir de esa idea hice el concepto del libro, sobre la carne humana que también se va consumiendo. Son las cosas que nos dan vida y también nos la quitan, como el caos, los excesos, la euforia, las drogas...”.
Los versos contenidos en Disonancias circulan ante los ojos de varios lectores. La Caída –que tiene al librero Germán Gacio Baquiola como editor– publicó 500 ejemplares bajo ese título, hace seis meses, para dar cuenta que el recorrer caminos hace que las cosas “pierdan su estereofonía”. “Uno publica porque se cansa de editar”, parafraseará a Jorge Luis Borges el autor, que tuvo clara la edición en marzo, un mes después de que Gacio le diera sus observaciones.
Gualaquiza -también situada en Morona Santiago, a unas cinco horas de carretera de Macas- fue otra ciudad en que Alexander comentó la obra. Y, la semana pasada, el poeta Carlos Vallejo presentó el libro en Macas a la vez que Ávila comentaba Ritual de Moscas (MCyP, 2016), que el quiteño publicó en una edición ilustrada con la serigrafía de Santiago González.
Otros libros que se pueden encontrar en el carrito On the road, y que llevan el sello Sur Editorial, son Orquideareo de Esquirlas (250 ejemplares publicados), de Julio Briones Flores; Regresiones de la raíz, una antología de poetas macabeos (400 ejemplares) y ¿Por qué no haber nacido golondrina? (1.000), de Patricio Ávila Ordóñez, un gualaquicense que escribió los versos en 1987. Este autor falleció en un accidente de tránsito, en 2001 y, dos años antes, tan solo 13 poemas de los 42 que reunió en su título vieron la luz en una compilación de la Casa de la Cultura de Morona Santiago.
Los periplos de Ávila como editor recuperan los versos que la niebla del tiempo oculta, seleccionó las mejores voces de la ciudad en que reside y expone a escritores que surgen. El autor prefiere el low rock del grupo estadounidense Morphine, esa fue la “banda sonora” de su libro, que contiene regresiones, pausas y proyecciones, como las de un reproductor: “signos que recuperan lo analógico desde lo digital, de la era contemporánea. Gracias a ese recurso puedes leer los poemas sin orden particular, sin que la obra pierda su sentido estético”.
La Feria del Libro de Macas se proyecta para tener edición anual y On the road se puede encontrar en esa ciudad del Oriente, aunque empiece a llover. (I)
Datos
El poemario Disonancias recurre al aforismo y a la paremia como recursos. Fue publicado por la editorial La Caída en mayo de 2017.
Este libro de la colección r e g i ó n fue presentado, el pasado 14 de julio, en la Casa Neruda de Santiago de Chile.
Alexander Ávila Álvarez, su autor y fundador de Sur Editorial, publicó Regresiones de la raíz, tomo que surgió de un proyecto de tesis de la promoción 2016 de estudiantes del colegio Don Bosco, en Macas. Se trata de una antología lírica de esa ciudad. (I)
