Dirigir la cultura más allá del arte, el reto de Andrade

Tras la designación de Mariana Andrade como nueva secretaria de Cultura del Municipio de Quito, artistas y gestores culturales no han tardado en pronunciarse al respecto. Muchos consideran que a pesar de su larga trayectoria dentro de la administración, la creación artística y la gestión independiente, Andrade debe establecer un circuito entre la ciudadanía y los actores culturales.

Valeria Andrade, subsecretaria de Arte y Creatividad del Ministerio de Cultura y Patrimonio, cree que uno de los mayores desafíos será  articular su gestión con el Gobierno Central en busca de políticas culturales comunes que a la vez tengan un eco en el país.

“Mariana viene del medio, conoce a sus protagonistas y tiene la oportunidad de establecer propuestas y proyectos que respondan a sus propias críticas. Ella siempre ha sido muy vocal con sus opiniones respecto a las instituciones públicas. Es el momento en el que puede actuar e incidir más allá de la crítica”, explica la subsecretaria.

Por su parte, Cristian León, profesor investigador de la Universidad Andina Simón Bolívar, asegura que las virtudes y destrezas de Andrade en diferentes campos de las artes suplirán su falta de experiencia en la política pública; además de contar con un reconocimiento y respaldo del gremio artístico cultural.

“Se vienen varias cosas complejas -afirma León-. En principio, hay todo un tema de repensar la estructura institucional. En el Gobierno Central se ha intentado hacer una reforma de todos los ministerios y algo de ese estilo no se ha hecho en el Municipio. Entonces poner la casa en orden es un gran reto. También hay una serie de procesos que están  pasando en la ciudad, que van más allá de las artes. En los barrios, la producción de cultura comunitaria hay que atenderla y estimularla”.

En la misma línea, Paulina Simon, programadora de Flacsocine,  reconoce la labor de Mariana Andrade en la gestión cultural, producción y programación del medio, y apuesta por un desempeño beneficioso para la ciudadanía.

“Quito está en un momento que demanda mucha gestión cultural porque se han desarrollado muchísimos espacios nuevos, se han recuperado algunos y se han fortalecido otros, como los centros de desarrollo comunitario, el teatro Capitol, el Museo de la Ciudad, Yaku, el Centro de Arte Contemporáneo, el mismo Qmandá, entre otros”, comenta Simon y agrega que el mayor reto de la nueva secretaria de cultura será “que estos espacios tengan mucha vida y programación de calidad y que estén aliados, funcionando como una red”.

Una apuesta por la continuidad

Una de las mayores expectativas del sector cultural es que, además de impulsar nuevos proyectos, Andrade le dé continuidad a aquellos ya consolidados, potenciando sus ejes de acción.  
Eduardo Carrera Léon, co-director del programa de residencias artísticas y galerías de arte contemporáneo No-Lugar, considera que el cargo implica una responsabilidad directa con el modelo de gestión que la ciudad manejará en temas culturales, pero involucra un trabajo con el que ha tenido hasta hoy.

"Mariana conoce el mundo de la cultura por dentro -dice Carrera-,  las necesidades del medio, sus carencias y urgencias. Es importante que los modelos de gestión autónoma empiecen a ser considerados y reconocidos por las instituciones y autoridades. También es importante que esté en disposición de continuar procesos como los de las fundaciones Museos de la Ciudad y Teatro Sucre ya que han iniciado un trabajo responsable con los distintos actores y públicos”.

Fernando Falconí (más conocido como Falco), artista, docente y coordinador de la plataforma autónoma de arte contemporáneo Cuarto Aparte, cree que la trayectoria de 20 años de Andrade demuestra su capacidad en el área cultural y su ‘espíritu emprendedor’.

“Nuestro referente más cercano  es el cine Ochoymedio, que ha sido un modelo no solo bueno sino necesario dentro de los circuitos de producción cinematográfica, más allá de los formatos comerciales; es decir  estamos hablando de una visión y de una incidencia social”.
Falconí considera que la designación es un aliciente luego de que no se haya visualizado un programa claro durante la campaña de Rodas.

“Si bien no teníamos claro si había un plan de cultura, ahora nos hace pensar que sí ha estado tomando en cuenta los procesos que   se han venido dando en el plano artístico cultural. Esperemos también se dé una buena relación con otras instituciones como el Ministerio de Cultura. Creo que Mariana tiene la capacidad del diálogo y la escucha”.

De lo privado a lo público

Paola de la Vega, directora de Gescultura, considera que el gran reto de Andrade es saber manejar la cultura desde lo público, integrando voces distintas y optimizando los recursos, para lo cual será necesario generar debates democráticos, horizontales y colaborativos.

“Lo primero que espero de la nueva administración es que las políticas culturales se concreten, que sean pensadas no solamente desde los artistas -que no son los únicos sujetos de derechos culturales- sino que implique a toda la ciudadanía. Hay que pensar a la cultura como algo muy amplio, que va más allá de un determinado espectáculo, con lo objetual, con el arte”.

Los colectivos y organizaciones culturales independientes también dan su opinión sobre la designación de Andrade, más allá de las ideologías políticas. Esteban Ruiz, artista escénico, titiritero y miembro de La Karakola, Kasa de Konvivencia Artística, dice que a pesar de haber mantenido líneas distintas de trabajo (pues ellos trabajan desde lo comunitario) están abiertos a cualquier iniciativa en beneficio de la ciudadanía. “Tenemos nuestras propuestas claras. Más allá de la ideología lo que debe primar es la gente que recibe nuestro trabajo cultural. Estaremos pendientes de lo que se vaya dando en la secretaría, dejando un tiempo prudencial para que se pueda desarrollar el trabajo”.