Directores piden que TLC no incluya a la industria del cine
Madrid, España.- Cineastas europeos como Michael Haneke, Pedro Almodóvar, Stephen Frears e Isabel Coixet han respaldado el manifiesto “La excepción cultural no es negociable” para intentar que el Europarlamento reconozca la excepcionalidad de la cultura y la tenga en cuenta en sus acuerdos.
El manifiesto, que recoge firmas desde abril pasado a través de Internet por iniciativa de los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, cuenta en España con el respaldo de Ángeles González Sinde, exministra de Cultura española, y de los directores Montxo Armendáriz, Enrique Urbizu, Fernando Trueba, Pablo Berger, Fernando León de Aranoa, entre otros.
Otras firmas europeas que aparecen son las de Margarethe von Trotta, Ken Loach, Mike Leigh, Aki Kaurismaki, Thomas Vinterberg, Konstantinos Costa Gavras, Bertrand Tavernier, Marco Bellochio, Paolo Sorrentino, los hermanos Taviani y Cristian Mungiu, además de la neozelandesa Jane Campion.
En la página www.lapetition.be/en-ligne/The-cultural-exception-is-non-negotiable-12826.html, donde se informa que hoy se cierran los plazos para recoger adhesiones, los cineastas piden a los mandatarios europeos que apoyen la exclusión por parte de la Comisión Europea de los sectores de la cultura y el audiovisual en el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre la UE (Unión Europea) y EE.UU.
Apoyados por amplios sectores de la profesión y por particulares que se han sumado, hasta 6.187 personas, entre ellos los estadounidenses David Lynch y Harvey Weinstein, los intelectuales reprochan en su carta que se hayan olvidado “las apasionadas palabras del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso del año 2005: ‘en una escala de valores la cultura va antes que la economía’”.
El manifiesto critica asimismo: cómo “unos pocos meses antes de que termine su presidencia, no entendemos qué huella quiere dejar Barroso en la historia europea”.
El escrito de los intelectuales también le reprocha a Barroso que, “hasta el momento, desafortunadamente, predomina la imagen de la renuncia cultural y parece también que ha olvidado su propia lección de no hace tanto tiempo: ‘la cultura es la respuesta a la crisis’”.
“Hace 20 años, la excepción cultural irrumpió en la escena internacional, llevando al reconocimiento de un estatus específico para los audiovisuales ya que no son bienes como los demás y por lo tanto deben ser excluidos de las negociaciones comerciales. Hace 20 años (...) se les concedió el derecho a continuar beneficiándose de las reglas dirigidas a protegerlas y apoyarlas”.
“El resultado es positivo: la diversidad cultural es ahora una realidad en la mayoría de los lugares de toda Europa. Es lo que permite los intercambios y el entendimiento mutuo y es también un vector para el crecimiento y la creación de empleo”, apunta el manifiesto.
Según el portal especializado Cineuropa, que cita a los hermanos Dardenne, la iniciativa llegó hasta la comisaria europea de Cultura, Androulla Vassilou, en presencia de varios cineastas europeos, como Costa Gavras, Michel Hazanavicius y el español Jaime Rosales.
Entonces se pedía una exclusión explícita que “garantizaría la capacidad de los Estados miembros de desarrollar de cara al futuro una política cultural ambiciosa que incluya las nuevas plataformas de Internet”, aporta la web.
También recuerda que durante el Festival de Cannes, 15 ministros europeos de Cultura, entre ellos la francesa Aurélie Filipetti y el alemán Bernd Neumann, firmaron una resolución para que la Comisión Europea introdujese dicha excepción en el tratado.