“Desjerarquizar la cultura con abundancia creativa”

Al hablar de cultura y desarrollo -dice el antropólogo Néstor García Canclini- hay que recordar que la cultura no es vista ahora como un bien suntuario, una actividad para los viernes en la noche o los domingos de lluvia, en la cual los gobiernos tienen que gastar, sino un recurso para atraer inversiones, generar crecimiento económico y empleos.

Debe ser considerada en nuestra época, caracterizada por la rápida globalización, como un recurso, sostiene también el académico George Yúdice (Estados Unidos, 1947) en su libro ‘El recurso de la cultura’, coincidiendo con una corriente en la que desde la organización estatal se la comienza a ver como aporte al Producto Interno Bruto (PIB).

Yúdice argumenta, distanciando la industria cultural de su mercantilización, que el papel de la cultura se ha expandido de una manera sin precedentes en el ámbito político y económico, al tiempo que las nociones convencionales de cultura han sido considerablemente vaciadas.  

El estadounidense es director del Observatorio de la Universidad de Miami y, desde febrero, consejero de Relaciones Internacionales y con la Comunidad en la Comisión Gestora de la Universidad de las Artes, papel que dice considera “muy conmovedor por ser parte de una historia que se abre, de un proyecto de construcción”.

En su presentación y primera intervención ante los estudiantes y docentes de la institución, el viernes 27 de febrero, en el Museo Nahim Isaías, Yúdice dio la charla ‘El cine post-industrial y el entorno comunitario’. En ella expuso varios casos en los que la actividad de industrias culturales logra tener una circulación e integrarse en una red, que posteriormente el gobierno dinamiza en “puntos de cultura”.

El caso de Brasil

Yúdice se ha especializado en estudios de cultura latinoamericana. Uno de sus trabajos más amplios lo ha realizado en Brasil, durante 30 años. Desde este punto se ha conectado con distintas experiencias de industrias culturales trabajadas desde espacios comunitarios. En estos procesos están vinculados cineastas, artistas y académicos, sin que sean ellos los protagonistas. Son actores que colaboran y que hacen posible proyectos que dinamizan un sector de la sociedad con trabajos cinematográficos, principalmente.

Yúdice ha tenido como objetivo de estas investigaciones buscar las formas como se van articulando actores de la sociedad con acciones productivas.

Tal es el caso de cineastas como Cezar Migliorin (investigador, productor, profesor y ensayista) y Marcus Vinícius Faustini, un cineasta hijo de migrantes del noreste de Brasil. Este último fundó una escuela de cine en Nova Iguazú, en la periferia norte de Río de Janeiro.

Quienes asisten a la escuela trabajan en proyectos cinematográficos de animación y cortos de ficción en los que el trabajo no es consecuente con las representaciones mediáticas. Por el contrario, en estos proyectos el discurso audiovisual se construye a partir de las características de convivencia del sector. Los personajes incluyen personas de la comunidad y evidencian sus características sociales, de forma que quienes están detrás de los proyectos tienen un diálogo con quienes buscan representar. Es así que las producciones reflejan una idiosincrasia y un conjunto de tradiciones.

Poco a poco este proyecto evolucionó en un proyecto de educación de cine en las escuelas básicas y de secundaria del país. Uno de los factores estratégicos que se genera como ‘recurso de la cultura’ durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, es el programa de ‘puntos de cultura’, en el que se establece un pacto entre el Estado y las distintas organizaciones culturales de la sociedad. Su objetivo es establecer nuevos parámetros de gestión y democracia entre los actores involucrados.  

Para Yúdice, “la construcción de redes multidisciplinarias y de actores multisituados explica el éxito de muchos proyectos. Sería muy difícil montar proyectos de este tipo sin estas redes”.

Además, durante su conferencia resaltó que “estos proyectos no tengan a la industria como norte. Producen, consumen y ganan valor en la circulación y en el acceso abundante en un ambiente en el que los medios creativos, técnicos y de acceso están disponibles y cumplen con un objetivo: desjerarquizar la producción a partir de la abundancia creativa en la sociedad”.

DATOS

La estrategia del programa ‘Puntos de cultura’, instaurado por el gobierno de Lula da Silva, se enfoca en potenciar actividades e industrias culturales, no crearlas.

La idea de este proyecto gubernamental es que son las personas quienes hacen cultura, no el Estado. Este último tiene como rol asegurar una política pública amplia garantizando el acceso.

Uno de los puntos importantes para la vigencia de estas políticas, señaló Yúdice, es que se establezcan a largo plazo. De forma que un gobierno posterior pueda sostener lo trabajado.

Yúdice plantearía como miembro de la Comisión Gestora de la Universidad de lasArtes la aproximación a tradiciones culturales y populares.