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En las producciones locales se evidencian tipos de ‘micromachismos’

"Debemos romper con los clichés de género"

Se vinculan a proyectos que potencian lo femenino, como el Women of Power,de la diseñadora Ile Miranda.
Se vinculan a proyectos que potencian lo femenino, como el Women of Power,de la diseñadora Ile Miranda.
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08 de abril de 2016 - 00:00 - Redacción Cultura

Las cucarachas están donde menos se las espera. Pueden vivir hasta 45 minutos sumergidas en el agua. Resisten una radiación solar hasta 100 veces superior a la que soporta el ser humano. A Priscilla Aguirre y Carolina Mosquera las apodaron ‘cucarachas’. Así llamaban los hombres a todas las mujeres con las que compartían el equipo de una película de lucha libre, que se grabó en Guayaquil en 2006, y cuyo director, indeciso por escoger un nombre, le dio tres.

Los hombres de la producción las acusaban de ‘cuchichear’, por ello lo de ‘cucarachas’. Pero ellas habían asumido la mayor parte de la responsabilidad para sacar adelante el rodaje. Empezaban de siete de la mañana y no paraban hasta la hora que fuera necesario. “Éramos como indestructibles —dice Priscilla Aguirre—. Nada nos paraba. Los hombres eran un desastre y se lo decíamos cada vez que constatábamos que las mujeres éramos el motor de esa película a pesar de que teníamos roles de asistentes: de arte, de producción, de dirección”.

Durante los estudios de cine de Priscilla, en Argentina y Barcelona; y de Carolina, en Ecuador, ya saboreaban aquella confusión de roles y discriminaciones de género. En otros rodajes y producciones ha sido similar: los cargos de asistente se repiten, y en el caso de ser la ‘productora oficial’ el rol se confunde con la “persona que consigue lindas locaciones, sin que a nadie le preocupe si sabes o no de cine”, sostiene Carolina.

A Priscilla le tocó dirigir con un equipo de hombres, y cada vez que pedía un nuevo encuadre de la cámara, o cambiar la posición de la luz, se lo repreguntaba a uno de ellos. “Hay cientos de aspectos de micromachismo que la gente ni se imagina”, dice Priscilla.

Cuando se ganaron el apodo de ‘cucarachas’, decidieron emplearlo para las producciones que hicieran juntas, como una marca de fuerza. Ahora es el nombre que identifica la productora que fundaron con una pequeña oficina en Guayaquil, Cucarachas Films. “Pensamos que debemos empoderarnos del medio audiovisual, el cual está sostenido por muchas mujeres que buscan ser reconocidas por lo que saben hacer, no por resentidas ni por opacar al hombre”, dice Carolina.

En los proyectos que ahora manejan —en los que algunos coinciden con esa lógica de resaltar lo femenino— editan, trabajan con mujeres que hacen animación y empiezan a romper estereotipos. “Queríamos que en todos esos roles de la industria en los que solo hay hombres empiecen a haber mujeres, una productora en la que seamos la cabeza de los proyectos, en la que le demos cabida a mujeres que quieren iniciarse en la parte técnica (luces, cámaras) porque en muchas producciones no hay mujeres a cargo ya que se piensa que van a ser flojas”, dice Priscilla.

Con la productora empezaron a gestionar una fan page en la red social Facebook con su marca. A través de este portal intentan visibilizar la realidad del trabajo en el cine y reciben comentarios de un “montón de mujeres que dicen que no pueden trabajar en producciones haciendo lo que quieren, que siempre han querido trabajar más con mujeres, o comentan que sufren acoso sexual”. Priscilla agrega que “esta productora no ha sido algo casual y que quienes trabajan en esto han empezado a confesarse”.

Para estas cineastas, las mujeres en el medio audiovisual son como cucarachas porque son silenciosas y están todo el tiempo dando vueltas y haciendo de todo, a pesar de que se ven poco. Están conscientes de que hay historias que las mujeres pueden contar de un modo que los hombre no. “Muchas mujeres del cine comercial tienen personajes tan planos, tan clichés. El director dibujó una mujer en un mundo de hombres y ya”, dice Priscilla.

Sin embargo, para Carolina, lo que se ve en el cine o en la televisión es parte de una cultura audiovisual que no se va a romper de la noche a la mañana. “Si estamos hablando de esto —resalta Carolina— es porque tal vez a largo plazo se pueda cambiar”. Priscilla agrega: “Se trata de que cada persona haga algo desde su lugar de trabajo. Todos desde nuestro lugar, desde donde podemos debemos romper con los clichés de género”. (I)

Datos

Pese a que las mujeres representan la mitad de la población mundial, menos de una tercera parte de los personajes con líneas de diálogo en las películas son mujeres, según un estudio del Instituto Geena Davis sobre Género en los Medios, con el apoyo de ONU Mujeres y la Fundación Rockefeller, publicado en 2014.

Según el mismo estudio, los personajes masculinos predominan sobre los femeninos cuando se trata de fiscales y jueces (13 frente a 1), profesores (16 frente a 1) y médicos (5 frente a 1).

De 1.452 cineastas de los que se conoce el género, el 20,5 % corresponde a mujeres y el 79,5% a hombres. Las mujeres constituyeron el 7% de los directores, el 19,7% de los guionistas, y el 22,7% de los productores de la muestra estudiada.

La sexualización es la norma para los personajes femeninos: las jóvenes y las mujeres tienen el doble de posibilidades de aparecer en ropa sexualmente sugestiva, desnudas parcialmente y delgadas.

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