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De crowdfunding y otras yerbas: cómo se costea el cine nacional

De crowdfunding y otras yerbas: cómo se costea el cine nacional
17 de marzo de 2013 - 00:00

La producción de una película es cara en cualquier contexto. Vamos a los extremos: en Hollywood, es sencillo que el presupuesto de un filme (detallado en un informe que bien puede pasar de las 150 páginas), supere los $100 millones, que es lo que costaron solo los efectos especiales de The Matrix.          

En industrias cinematográficas como la de Inglaterra, los montos son mucho menores, sin dejar de ser altos: “El discurso del Rey” (Oscar en 2011), una producción ambientada a mediados del siglo pasado, tuvo un costo de $20 millones.

Filmes como estos y otros que dominan las salas de cine comercial del país, se desarrollan en circuitos donde los auspicios públicos y privados están más que constituidos.

En Ecuador, un contexto en que el cine aún no ha terminado de convertirse en industria, las películas más ambiciosas tienen presupuestos que se acercan -no llegan- al millón de dólares. ¿Y cómo se costean las películas ecuatorianas?

Los realizadores ven los fondos concursables del Consejo Nacional de Cinematografía (CNCine) como la primeras ruta para financiarse. Luego vienen las alianzas en coproducción, Ibermedia, y participación en festivales internacionales.

El director quiteño Pablo Fiallos tiene listo el “teaser” (promocional) de su primer largometraje, con el que pretende concursar en festivales o encuentros cinematográficos nacionales e internacionales. El objetivo es obtener capital para rodar su cinta, “Tiempos ajenos”.

Alrededor de 25 personas participaron en la realización del teaser, que tiene una duración de tres minutos y medio, en los que se recoge parte de la historia, así como la construcción de los personajes.

Los actores, actrices, sonidistas, iluminadores, maquillistas y otros profesionales que se involucraron en el rodaje no recibieron ninguna remuneración. En lugar de eso, tienen la palabra del director, que se comprometió a otorgarles un sueldo fijo una vez que tengan el dinero para rodar el largometraje, contó Carlos Enríquez, productor del filme.

“No tienen honorarios, se trabaja por amor y pasión al cine”, dijo Enríquez al explicar que pese a que no se pagaron los días del rodaje, se cubrió el transporte, alimentación, cámaras, luces y locaciones.

Según sus cálculos, solo la elaboración del teaser costó unos $10.000. El productor estima que la película necesitará una inversión de $350.000, sumamente económica en comparación con Hollywood.

Otra vía que prevé el staff de “Tiempos ajenos” es aliarse con una agencia extranjera para formar una coproducción, que Fiallos contó que buscarán en Colombia y Panamá.

“Es el camino que le toca recorrer a todas las películas, un proceso que dura 3 ó 4 años, de mucha gestión, porque el cine es caro”, expresó Fiallos, que forma parte de la productora Kurare Films.

“Tiempos Ajenos” es una historia urbana de tres jóvenes que se sienten inconformes con el sistema, y para expresar su descontento, planean actos subversivos, pero contradictoriamente organizan un asalto a un banco que se dificulta tras un romance en el trío, que circula por la ciudad de Quito conspirando contra el ‘stablishment’.

Un préstamo sin interés

Fiallos no es el único en esa situación. Su colega David Navarro trabaja desde 2009 el guión de su documental “Kamaq” con el que quiere mostrar el mundo andino.
Desde entonces, Navarro se benefició de dos estímulos económicos del CNCine:  primero, en la categoría ‘Escritura de guión’ ($8.000), y luego, en la de desarrollo ($10.000).

El director también aplicó a Ibermedia, y ahora cuenta con $8.000 más. El presupuesto total para “Kamaq” es de $130.000.

Ibermedia es un fondo que entregan instituciones públicas y fundaciones españolas tanto en España como en América Latina.

Es un préstamo muy cómodo, que tiene tintes de donación: los productores empiezan a pagar el crédito solo desde el momento en que la película genera ganancias. 

De hecho, la única película en la historia que ha logrado pagar todo el crédito del Ibermedia ha sido “El laberinto del fauno”.

La coproducción como salida

La idea de apostarle a una alianza con otro país -en este caso Bolivia y Brasil- cautiva a Navarro, pero al mismo tiempo le detiene: la coproducción abre puertas, pero también aumenta los costos.

“Tengo un compañero fotógrafo de Brasil que quiere trabajar con nosotros y me gusta la idea, pero tengo que traerlo”, aseguró el mentalizador de “Kamaq”, y añadió que los procesos de creación llevan su tiempo justamente porque en esa búsqueda de un producto de calidad, se ven sujetos a modificaciones.

A inicios de mes, en el encuentro “Realidad y futuro del cine ecuatoriano”, Jan Vandierendonck, productor independiente, aseguró que en Ecuador se piensa que la  coproducción está únicamente para obtener más fondos, cuando la idea debiera consistir en mejorar la propuesta creativa y trabajar en equipo. Vandierendonck, que fue Secretario Ejecutivo de Euroimages, opina que “es un problema pensar que la primera razón para coproducir es el dinero. Debe ser primero, para ampliar el abanico de posibles públicos, y segundo, para asegurar la distribución internacional.

La tercera razón debe ser el financiamiento, en ese orden y no al revés”.

Crowfunding: costeo masivo

Dos películas, que se encuentran en una etapa previa al rodaje, han visto en las redes una forma de financiarse y generar público: “Instantánea” (dirigida por la colombiana Catalina Arango) y La Descorrupción (Emilia García).

Ambas producciones las desarrollan miembros de una misma agencia productora: Corporación Quilla Producciones. De las dos, “Instantánea” es la que está más avanzada: el equipo espera trasladarse a General Villamil Playas en abril para empezar el rodaje en mayo.

Sin embargo: hay un impedimento. Es común: el dinero. La película ganó un fondo concursable de $70 mil en el CNCine, pero para llevar a cabo el rodaje, dice Alexandra Mora, productora ejecutiva, “necesitamos unos $120 mil”.

Por ello, el staff ha intentado financiarse con otras vías, entre las que se encuentran -además de auspicios en empresas privadas: Juan Marcett y Pony Malta-, los aportes a través de redes sociales.

Actualmente, Corporación Quilla promueve en sus cuentas de Facebook y Twitter una campaña de donaciones en Kickstarter.com, web que media entre las aportaciones (con tarjeta de crédito) y las productoras, como si se tratara de una compra por sitios webs como Amazon.

Según el monto aportado, el público puede recibir objetos o premios, desde el “buen karma” ($1) y siguen con afiches de la cinta, utilería (como las cámaras Polaroid que se utilicen en el rodaje), invitaciones a la premiere, o la aparición del donante como extra en el filme (por un poco más, hasta con  diálogos).

“El Cosmonauta”, filme español que recaudó 400 mil euros en Kickstarter.com, es el ejemplo emblemático del método, conocido como “crowfunding” (costeo en masa).
Por supuesto, las realidades difieren un poco: Ecuador es un país que aún no ha integrado las transacciones por Internet a sus costumbres de compra y venta -y en este caso, donaciones-.

En esa búsqueda de recursos, han surgido otras vías. Hace poco, Barcelona SC se volvió un auspiciante importante para “Instantánea”: el equipo torero donará a Quilla en estos días varias camisetas autografiadas por los jugadores, para una subasta que ayudará a llenar el presupuesto de esta película nacional que empieza a correr contrarreloj.

Cuando la página de fans de “Instantánea” anunció la subasta en Facebook, las interacciones con los usuarios se dispararon, y los likes diarios se doblaron. Al cierre de este artículo, la página tiene un total de 1.132 “Me gusta”.

“Instantánea” cuenta la historia de una niña citadina y una  de la playa que encuentran una cámara Polaroid a la que le quedan aún 10 disparos, y deciden hacer una foto por cada día que les queda juntas.

Si bien en el proyecto intervienen actores como Geovanna Andrade, Andrés Crespo, e incluso el colombiano Juan Ángel, el doctor Salinas de “Café con Aroma de Mujer”, Mora ha conformado buena parte del grupo con actores no profesionales, por una cuestión casi instintiva: “A medida que los conocía, veía que eran los personajes”.

La película es una coproducción de Quilla con las agencias colombianas Zancudo, El Ático y la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Hasta hace poco, Quilla no tenía ese nombre. Es que para acceder al programa Ibermedia, la productora debía tener personería jurídica.

“La Descorrupción”, dirigida por María Emilia García,  es inevitablemente una película de bajo presupuesto: Es su tesis de grado en la carrera de Cine en la Universidad Central de Florida, y no puede rodarla con más de $70 mil.

Para “La descorrupción”, también se preparan acciones en crowfunding, como un concurso de afiches, lanzado recientemente, donde usuarios de Facebook ya han empezado a participar, lo que, de alguna forma, genera un vínculo con la película, que en el mejor de los casos -para las productoras-, puede llegar a ser emocional. Se involucran.

Es que el crowfunding es también una herramienta de generación de público. “Es preparar el campo”, dice Roberth Mendoza, asistente de producción de “La descorrupción”.

Otra de las acciones es la que, al interior de la producción, se conoce como “los engafados”, cuenta Mendoza. Se trata de una especie de publicidad de guerrilla o BTL (below the line, por sus siglas en inglés), en que un grupo de personas vestidas de negro y con gafas -envueltas en un halo de misterio y seriedad, casi de guardaespaldas, o de plano, de matón- pedirán un dólar (o lo que sea su voluntad) a los caminantes, en calles donde transiten personas con el perfil del target de la película.

La idea del disfraz es hacer clic con la película, pues “La descorrupción” es la historia de una funcionaria pública que conserva su honestidad, y un día, cansada de toda la corrupción, se involucra en una serie de asesinatos a políticos de todos los niveles.

Así, jugando con esa historia,  esta campaña se llama oficialmente -explica Mendoza-: “Dona un dólar para matar a un corrupto”.

DATOS:

El plazo para apoyar económicamente a “Instantánea” en kickstarter.com termina en dos días (19 de marzo). Las donaciones empiezan en $1 (a cambio de buen karma).

Hace tres años que se prepara el guión de “Kamaq”, documental que será filmado en toda la región andina del Ecuador.

“Tiempos ajenos”: Historia urbana de 3 jóvenes que reniegan del sistema y todo lo que tenga que ver con él. Terminan por asaltar una agencia bancaria.

“La descorrupción”, de María Emilia García, gira en torno al repudio que siente una funcionaria pública por los actos corruptos de los que es testigo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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