El viernes se llevaron a cabo una serie de celebraciones en conmemoración del nuevo inicio del calendario maya en su llamada “cuenta larga”, que se refiere a un periodo de 5.200 años, configurado a partir de una temporalidad basada en criterios matemáticos y astronómicos.

En distintas localidades del sur de México y toda Guatemala -territorios donde se asentó hace siglos la civilización maya- se llevaban a cabo ceremonias oficiales por el decimotercer baktun.

Un baktun es un periodo de cuatro siglos, la mayor unidad de tiempo según el calendario maya. Algo así como los milenios para la cultura occidental.

Pese a que la cultura maya se asentó en territorios de Mesoamérica (sur de México y toda América Central), algunos de sus criterios del manejo del tiempo fueron adoptados por otras culturas precolombinas. Shubert Ganchozo, musicólogo conocedor de las culturas ancestrales del territorio ecuatoriano, explica que en los antiguos pobladores de estas tierras también celebraban el solsticio de verano como el inicio del nuevo año, dada la influencia de los astros -y por ende, el cambio de las estaciones- en la agricultura.

El viernes, el presidente de Bolivia, Evo Morales, pronunció un discurso en un acto realizado en la Isla del Sol del lago Titicaca (provincia de Manko Capac), para recibir la nueva era en coincidencia con el solsticio de verano.

Dijo el mandatario boliviano que el Pachakuti (nuevo tiempo) marca el inicio del fin del sistema capitalista “salvaje”. “Este 21 de diciembre es el día del inicio del Pachakuti, que se traduce en el despertar del mundo a la cultura de la vida y es el inicio del fin del capitalismo salvaje, así como de la transición del tiempo de la violencia entre seres humanos y la naturaleza a un nuevo tiempo donde el ser humano construya una unidad con la Madre Tierra y una armonía con el cosmos”, mencionó.

Mientras hablaba del mito que relata los orígenes de la cultura incaica, Morales arremetió contra el capitalismo. Dijo que con el surgimiento de Manko Capac y Mama Ocllo, hace mil años, surgió la esperanza, pero que después vino la noche con la política del occidente que apuntó al saqueo, la explotación y la discriminación. Indicó que ante la fractura, los ideólogos de ese modelo proponen “más capitalismo, consumismo, privatización, mercantilización y explotación irracional”. Añadió que para esos países es más importante la salud de los bancos que las personas.

Dijo que las “imágenes” del capitalismo son tenebrosas; que reflejan más de 850 millones de hambrientos en el mundo, 200 millones más que hace 30 años, que la esperanza de vida sigue siendo la misma de 1977 (44 años); que aproximadamente 1.300 millones de personas viven en condiciones de pobreza. Dijo además que los países desarrollados desperdician 700 millones de toneladas de alimento, tres veces lo que produce África al año.

Instó a “recuperar los conocimientos y códigos de culturas milenarias para fortalecer la conciencia de las sociedades sobre la Madre Tierra, entendiendo que es un ser vivo y sagrado, y que somos sus hijos, que nos alimentamos de ella, respetando los signos de la naturaleza, entendiendo que todo lo que existe es parte del equilibrio y armonía de la vida”.