Culturas de paso, culturas en contacto
Los calendarios de pueblos ancestrales de la Costa y Amazonía ecuatoriana son similares al de los mayas. Y de ahí partimos aquí para encontrar otros rasgos compartidos.
En nuestra visión criolla y occidental desconocemos que esos simbolismos mayas relacionados con ciclos lunares existen en iconografías de culturas como la Valdivia, con sus figurinas venusinas, que tienen estructura calendárica, que habla de las cuatro estaciones de la luna y su paso de un ciclo a otro (que dura 28 días).
Estas raíces dan cuenta de las culturas astro biológicas que nos preceden, y de costumbres que se mantienen; aunque con el urbanismo occidental dejamos de ser conscientes de lo que ocurre afuera de lo contemporáneo.
El solsticio de ahora es como todos los demás. Sólo cambiamos de era. Se nota en la naturaleza. Los insectos y las plantas tienen otros colores, otra morfología. Nosotros, como seres humanos, en esta época somos más proclives a cuestiones que tienen que ver con espiritualidad y creatividad: las tecnologías propias de nuestro ser, por decirlo de alguna manera, como los vegetales que comienzan a desarrollarse, y en su floración existen rasgos de nuevos procesos evolutivos. Igual ocurre con el ser humano. Los equinocciales recibimos con mayor énfasis la influencia solar y lunar. Y por eso es que, en las culturas de la América prehispánica se celebraba el solsticio como nuevo comienzo.
Existen evidencias del contacto de las grandes civilizaciones de la América precolombina y las culturas de la Costa hoy ecuatoriana. Éstas son tierras -y aguas- que eran punto de comunicación en una parte media que comerciaba y controlaba las rutas entre los grandes imperios.
Por estar en medio pudieron adoptar lo mejor de los dos mundos y se especializaron en producir artículos sagrados para ambos, como objetos fabricados con espóndilus, concha propia de nuestra tierra, que se han encontrado de Perú hasta California, en símbolos sagrados que representan el poder de las lluvias y el control del agua, porque estas culturas eran hidráulicas, lo que permitió trabajar en un sistema cooperativo de grandes confederaciones, en territorios que se dedicaban a la agricultura.
La confederación manteño-huancavilca comerciaba con los incas desde antes de que se volvieran imperio.
Los Mayas, los Incas y demás culturas precolombinas, pese a vivir en guerra constante, cultivaban la paz espiritual. Tenían otras concepciones. Creían que al morir despertaban de la vida, que es un sueño. El ritual de muerte era un ritual de vida. La religión estaba basada en ceremonias de ese tipo, similares a lo que ocurre en la cristiana, que purifica al hombre al comer el cuerpo y beber la sangre de Jesucristo.