Latinoamérica triunfó en la Berlinale, que coronó filme de iraní (Galería)
América Latina se llevó tres Osos de Plata y un premio especial del Festival internacional de cine de Berlín, cuya máxima recompensa, el Oso de Oro, fue para el disidente iraní Jafar Panahi por el filme Taxi.
El presidente del jurado, el director estadounidense Darren Aronofsky, saludó "la carta de amor al cine" del realizador iraní que no pudo asistir a la Berlinale.
Su filme muestra la vida cotidiana de Teherán vista desde un taxi. Fue muy aplaudida en un festival en el que tradicionalmente lo político cumple un papel importante a la hora de atribuir los premios.
El Oso de Plata al mejor actor fue para el británico Tom Courtenay por su papel en 45 años y Charlotte Rampling, su esposa en esa misma ficción introspectiva del también británico Andrew High, se llevó el de mejor actriz. El rumano Radu Jude ("Aferim") y la polaca Malgorzata Szumowska ("Body") compartieron el Oso de Plata a la mejor dirección.
América Latina se lleva cuatro premios importantes: el Oso de Plata del Gran Premio del Jurado para El Club de Pablo Larraín, el Oso de Plata al mejor guión para su compatriota Patricio Guzmán, un Oso de Plata especial para Ixcanul del guatemalteco Jayro Bustamante y un premio especial al primer largometraje para el mexicano Gabriel Ripstein, por la película 600 millas.
"Mucha gente en el mundo mata en nombre de Dios y espero que eso se termine", dijo Pablo Larraín, de 38 años, al recibir la preciada estatuilla por su película que arremete contra la Iglesia católica y pone al desnudo sus culpables silencios.
El Club cuenta la historia de un grupo de curas con pasado oscuro expulsados a una casa de "oración y penitencia" en algún lugar de la costa chilena.
Larraín saltó a la fama en 2008 con Tony Manero, protagonizada por Alfredo Castro, que también actúa en El Club. Dirigió luego No, nominada al Oscar en 2012 y como productor ya había cosechado ovaciones al año siguiente en Berlín gracias a Gloria, del director Sebastián Lelio, que valió un Oso de Plata a la actriz Paulina García.
Su compatriota, el realizador Patricio Guzmán, de 73 años, también se lleva un Oso de Plata de esta Berlinale decididamente muy latinoamericana.
La película del veterano director que se hizo famoso a fines de los años 70 por su trilogía documental La batalla de Chile, incluye espectaculares paisajes de la Patagonia y denuncia el genocidio de los indígenas y los crímenes de la dictadura de Augusto Pinochet.
Guzmán agradeció al jurado por el premio, y especialmente a su esposa. "Sin ella este filme no hubiese sido posible", dijo.
El botón de nácar arranca con espectaculares imágenes del sur de Chile y los miles de kilómetros de costa del archipiélago patagónico, sus volcanes, sus montañas y sus glaciares. De allí, el espectador es trasladado a una visión cósmica del agua como elemento vital del universo, con imágenes del espacio interestelar.
La película sostiene básicamente que antes de la llegada del hombre blanco los indígenas vivían en comunión con el cosmos. El conquistador colonial rompió ese equilibrio, mató a los indígenas y perdió la relación de intimidad con el mar. También denuncia los 1.400 desaparecidos del régimen de Pinochet, muchos de los cuales fueron arrojados al mar.
Bajo el volcán
Por primera vez en 65 años de Berlinale, un filme de Guatemala participó en la selección oficial de 19 películas en competencia. Ixcanul, primer largometraje de Jayro Bustamante, explora la vida en una etnia maya y la dificultad de ser mujer. Ganó el Oso de Plata especial "Alfred Bauer", importante premio que recompensa a un filme "que abre nuevas perspectivas".
Rodada en las laderas del volcán Pacaya, Ixcanul ("volcán" en lengua cakchiquel) cuenta la historia de María (María Mercedes Coro), una joven de 17 años, y su traumática entrada a la vida adulta. Aborda además el cruento tema de la trata de niños robados al nacer.
El cuarto galardón latinoamericano fue para la película 600 millas, del director mexicano Gabriel Ripstein, sobre el tráfico de armas entre Estados Unidos y México, que se llevó el Premio especial al primer largometraje.
Gabriel Ripstein dedicó el premio a su padre, el consagrado cineasta Arturo Risptein.
Protagonizado por Tim Roth, Kristyan Ferrer y Noé Hernández, la película se desarrolla en el contexto del operativo "Fast and Furious" (rápido y furioso) de las autoridades norteamericanas para vigilar la frontera.
La trama opone a dos personajes, un joven mexicano que trafica armas y un agente estadounidense. Ambos terminan interactuando a lo largo de su periplo de Estados Unidos a México. La película aborda al pasar la complejidad de una relación a veces antagónica entre los países.