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El Telégrafo
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Cuando la libertad sabe a soledad. Reseña literaria

La sobria traducción al español fue realizada por el argentino Ernesto Montequín
La sobria traducción al español fue realizada por el argentino Ernesto Montequín
El Telégrafo
03 de enero de 2021 - 00:00 - Lenin Rodríguez

Se puede insinuarlo todo y no decir nada. Se puede asesinar con la sutileza de una seda. Se puede hacer una aporía culminante, poderosa y definitiva llena de ninguna certeza. Esa es Elizabeth Taylor. Cuyas enérgicas letras se mueven entre la delicada precisión y el inadvertido sarcasmo.

La señora Palfrey llega a un hotel donde muchos ancianos acuden a vivir sus últimas soledades. La encantadora vista con un lago solo es posible contrastar con el vacío que cada uno lleva dentro. Sin responsabilidades ni tareas que ejecutar, el minutero camina cada vez más despacio y hace que los cansados ojos de los ancianos deseen un avance más veloz, pero ello acerca a cada uno a su desaparición. ¡No, no es una buena idea!

En medio de este tedio la señora Palfrey conoce al joven escritor, Ludo. Con él establecen unos delicados lazos de amistad, interés, bondad y complicidad. Ella le pide que finja ser su nieto ante los residentes del hotel. Él reemplaza a un olvidadizo, desinteresado y antipático nieto.

En Prohibido Morir aquí ambos personajes reflexionan la vida, el tiempo, la soledad y la felicidad. “A medida que envejecemos, nos dedicamos a recibir y dejamos de dar. Dependemos de los demás para nuestros placeres y para todo lo demás. Es como si volviéramos a ser niños”, dice la señora Palfrey.

Ambos están delante del mismo lago, pero en diferentes orillas. Ambos reflexionan la soledad, las responsabilidades familiares, la libertad y el amor, pero claro, los separa la perspectiva del tiempo. El tiempo como capital, o como un verdugo; el tiempo como un abismo o como una plataforma.

Cuando se entiende el poder de la insinuación de Taylor, se siente un  “yo te necesito” como una declaración de amor en medio de una tensión sexual. Y es una fuerza centrífuga de un par de niños que giran a toda velocidad de la mano y pronto terminarán separados y lastimados. (I)

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