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Ecuador, 20 de Enero de 2025
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El Telégrafo
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Crecer o morir: El puercoespín en una encrucijada mediática

Nombre: Graciela Mochkofsky. Origen: Nació en Neuquén en 1969. Nacionalidad: Argentina Cargo: Es cofundadora y editora del sitio digital Puercoespín. Periodista, colabora en los principales medios de América Latina.

Crecer o morir. La revista digital El puercoespín (www.elpuercoespin.com.ar), una de las más leídas en su tipo en Argentina, en especial por periodistas, se encuentra en una disyuntiva a 10 años de su lanzamiento.

Con más de 120.000 visitas mensuales, sus fundadores, los periodistas y escritores argentinos Graciela Mochkofsky y Gabriel Pasquini, necesitan fondos para afrontar el crecimiento del portal.

“El crecimiento del sitio ya no nos permite hacerlo como hasta ahora, sin dinero. Estamos en la encrucijada de hacerlo crecer o dejarlo morir. Y elegimos lo primero. Decidimos que el puercoespín, para mantener su esencia independiente, de calidad, de medio distinto, necesita ser sostenido por su comunidad”, cuenta Mochkofsky. Por ello el sitio lanzó la campaña Yo Apoyo para que “la gente done dinero o compre suscripciones” del sitio digital.

Mochkofsky, autora de varios libros periodísticos de gran éxito en el país sudamericano, dialogó con EL TELÉGRAFO vía correo electrónico desde Nueva York, donde se encuentra actualmente becada por una universidad estadounidense.

¿Cómo y cuándo surge el puercoespín?
El puercoespín nació de una combinación de cosas, como suele ocurrir. Desde que dejamos el trabajo diario en los medios tradicionales de la Argentina, hace una década, Gabriel Pasquini y yo deliberamos sobre la posibilidad de hacer un proyecto propio. Hace diez años, nuestra primera opción era el papel, donde habíamos hecho nuestra carrera durante muchos años, pero requería una enorme inversión y aquellos interesados en poner el dinero traían sus propias agendas que, sabíamos, acabarían por condicionar la posibilidad de informar como creíamos que debía hacerse: sin compromisos con proyectos políticos o intereses económicos que distorsionaran el trabajo.

Esta había sido una de las razones por las que habíamos dejado los grandes medios. Así llegamos a Internet, como otros periodistas “tradicionales”: porque era una posibilidad de hacer un medio con mucho menos dinero. En parte por eso y en parte porque en esos años todavía no había un gran desarrollo del uso de la red en la Argentina y en América Latina (todavía no había explotado la web 2.0), tendíamos a pensar Internet como un mero soporte alternativo para hacer exactamente lo mismo que habíamos hecho  hasta entonces -lo que, a su vez, requería dinero (menos, pero bastante), etc-. Luego, ocurrieron dos cosas.

Lo que ya no parece posible es sostener los medios impresos generalistas que hay desde el siglo XIX

La primera es que pasamos un año en Harvard, entre 2008 y 2009, y pudimos vivir de primera mano la crisis de los medios en los Estados Unidos y las nuevas experiencias que se realizaban. Volvimos convencidos de que se abría una nueva era. La segunda fue trágica: mientras deliberábamos sobre cómo hacerlo, murió mi padre, periodista durante medio siglo en este país. Él fue uno de los que, sin dudar, me dijo que debía hacerlo. De modo que, en un arranque de energía, después de una década de disquisiciones, montamos todo en diez días y lanzamos el puercoespín el 24 de marzo de 2010.

¿Por qué eligieron ese nombre?
Elegimos el nombre por varias razones: nos gustan las historias de animales, que suelen funcionar como espejo o metáfora de las humanas; y la idea del animal con púas es un buen símbolo del periodismo: funciona tanto como metáfora de los periodistas como de lo que se ocupan. En un sentido más amplio —cada vez más la palabra “periodismo” me resulta más limitada, por su carga histórica—, diría que cualquier intento de retratar el mundo es similar al de aferrar a un puercoespín.

¿Cuántas visitas tienen al mes? ¿El crecimiento es constante? 
Sí, es constante. Tenemos un poco más de 120.000 visitas. 

¿Cómo definirías al sitio? ¿Es un portal de noticias? ¿Un sitio de análisis noticioso? 
Es una revista digital sobre política, periodismo y cultura.  Nos gusta pensarlo como un medio que publica esas grandes historias en las que un antropólogo o un historiador del futuro podrán encontrar algunas claves sobre nuestra época.

¿Se le da peso a notas de América Latina o es más internacional? 
Es sobre el mundo.  

¿Qué periodistas colaboran con el sitio? ¿Son periodistas de cualquier parte del mundo que escriben en exclusiva para el portal o tienen convenios específicos con otros medios para usar sus materiales? 
El equipo del puercoespín está conformado por una red de periodistas, fotógrafos y escritores de varias partes del mundo que, hasta ahora voluntariamente, ha colaborado con su trabajo. Es una combinación de profesionales con mucha experiencia, algunos consagrados, y jóvenes talentosos, gente entusiasta que aporta materiales o visiones, etc. Es, realmente, una comunidad de gente. En estos tres años y medio pasaron por el puercoespín diversos editores (periodísticos y fotográficos) y redactores.

Tenemos acuerdos de republicación o de cooperación con medios independientes de Estados Unidos, España y varios países de América Latina. También tenemos acuerdos exclusivos con algunos autores que escriben en otros idiomas para traducir sus trabajos al español.

¿Cuál fue el motivo que los llevó a pedir ayuda para mantener el sitio a través de la campaña "Yo apoyo" al puercoespín? 
El crecimiento del sitio ya no nos permite hacerlo como hasta ahora, sin dinero. Estamos en la encrucijada de hacerlo crecer o dejarlo morir. Y elegimos lo primero. Lo pensamos mucho y decidimos que el puercoespín, para mantener su esencia independiente, de calidad, de medio distinto, necesita ser sostenido por su comunidad -y no por fondos que vengan unidos a intereses políticos o corporativos. Por eso lanzamos la campaña Yo Apoyo, para que la gente done dinero o compre suscripciones.

¿En qué consiste la propuesta? ¿De no llegar a un mínimo de suscriptores cerrarán el sitio?
Esperamos llegar a un mínimo de mil suscriptores para fin de año, y creemos que vamos a lograrlo. La idea es dejar el sitio abierto como está ahora pero crear un club para suscriptores donde habrá materiales exclusivos, descuentos, ebook, charlas con autores y otros grandes beneficios.

¿El futuro del periodismo está en la red? 
No hay un futuro del periodismo: hay una multiplicidad de experiencias, modelos, medios ahora posibles gracias a Internet. Lo que ya no parece posible es sostener los medios impresos generalistas que conocemos desde el siglo XIX.  

Argentina experimenta hoy un momento de debate muy fuerte en materia de comunicación. Parece haber una división donde se ha dejado de lado cierta objetividad, si es que alguna vez la hubo, para dar rienda al “vale todo” en defensa de intereses políticos, personales o corporativos. ¿Cómo ves hoy esa realidad?
La polarización política de nuestro país se trasladó a los medios en la última década, y estos asumieron posiciones muy sesgadas a favor o en contra del gobierno. Casi no hay nada fuera de eso, ciertamente no en los medios tradicionales. Los buenos periodistas se sienten frustrados y desanimados porque hay muy poco espacio para hacer buen periodismo. 

¿Crees que esta situación le ha restado credibilidad al periodismo? Por ejemplo, haciendo que los receptores ya no crean que todo lo que se publica es verdad, como sucedía hasta no hace mucho. ¿Esto es un hecho positivo?
Es evidente que medios y periodistas no tienen en Argentina la credibilidad que tuvieron, por ejemplo, en los años 90, cuando figurábamos al tope de las encuestas de opinión pública. Ahora el público debe conformarse con encontrar medios y periodistas a los que adherir políticamente.

¿Se puede estar informado en Argentina, y en América Latina en general, leyendo un solo diario, escuchando una sola radio, viendo un solo noticiero de TV o monitoreando un solo portal de noticias?
En Argentina, no.  

¿Cómo te imaginas la comunicación en el futuro?
Esta pregunta me excede. Lo que me parece claro es que la sociedad ha retomado para sí la posibilidad de informarse y comunicarse, gracias a lo que genéricamente llamamos Internet, sin la necesidad de intermediarios (los medios) y esto ya no tiene retorno.

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