Los que por ahí pasaron se limitaron a mirar con extrañeza a una gran cantidad de jóvenes vestidos con ropa estrafalaria, entrando y saliendo de la que fuera una vivienda abandonada en Urdesa, al pie del puente que conecta la ciudadela con el centro comercial Albán Borja.

En la casa, ubicada en Higueras 194 y Costanera B,   se realizaba una muestra de propuestas de videoarte, música, cortometraje, ilustración, animación y diseño gráfico de diecisiete artistas guayaquileños, entre otros: Alesis Doppler, Jorge Luis Miranda, Makinita, Autómata, Polaroid Bros, Daniel Canessa y Daniel Begué. También ofrecieron música en vivo Héctor Napolitano, Los Brigante, Rondamón (video) y Denise Chalela. 

El local, conocido como el “Muy Ilustrado Inmundicipio”, lo administran Paulina Obrist y  Daniel Adum, quienes se juntaron esta vez -29 de octubre, desde las 16:00- con recLAB para ofrecer el evento “Utopía”.

La música le quitó protagonismo al público, ya que muchos de los trabajos que se exhibían en la llamada Doppler TV, en un cuarto rodeado de decorados de videoclips y portadas de varios CD producidos por recLAB, eran videos musicales; además, en el área de la piscina (totalmente vacía) sonaban los acordes de Los Brigante y luego de Héctor Napolitano.

La “fiesta” se prendió alrededor de las 18:30 cuando el público fluctuante -que entraba y salía- superaba la centena, pero pocos eran los que se sentaban, en sillas o en el piso, o se paraban frente a Dopler TV o entraban a la “sala de cine” a admirar las obras audiovisuales.

Recorriendo la casa que recién tiene energía eléctrica y muchos cuartos en proceso de adecuación, uno se encontraba con cuadros que eran verdaderos juegos visuales bajo determinada iluminación, un video sobre colores líquidos, un videoarte sobre Clint Eastwood como el fugitivo sin nombre, una instalación alusiva a la versión de Kubrick de “El resplandor” y un cuarto lleno de pantallas de  TV -de las clásicas- intervenidas.

Los Brigante opacaron el saturado audio de los videoclips proyectados en Doppler TV e interrumpían los 40 minutos de proyecciones en el cine, incluidas las caricaturas de Makinita que fueron de lo más aplaudido en “Utopía”. Sin embargo, no faltaron aquellos que frente al televisor seguían el ritmo de las canciones de Alesis Doppler -Rondamón- moviendo los pies.

Lo interesante, dejando de lado que a la entrada estaban un guardia de seguridad privado y un “bouncer” cobrando tres dólares de entrada y poniendo un sello para que el público pudiese entrar y salir -cual discoteca-, es que, como se percibe desde el Facebook, el Inmundicipio se suma a un nuevo circuito de galerías: ATOMA (A Token Of My Appreciation), en Urdesa; Espacio Vacío, en la Zona Rosa; y NoMínimo, en Samborondón.