Un cotacacheño expone al mundo su arte en cuero
Alexander Andrade es originario de Cotacachi, Imbabura, tierra conocida por las artesanías en cuero.
Él aprendió el oficio de la talabartería junto a su padre Raúl Andrade. Su arte lo ha llevado a otras ciudades del Ecuador y ha exportado a Estados Unidos y a algunos países europeos.
Desde los 11 años confecciona prendas en cuero con técnicas que ha ido perfeccionando con la experiencia del oficio y el paso del tiempo.
“Desde que era niño mi abuelo y mi papá me enseñaban este trabajo. Es una herencia familiar donde lo más importante es amar lo que se hace”, contó el artesano, de 47 años de edad.
Mencionó que ha tratado de abrir mercado en el país y también “hemos podido conocer otras tierras”.
La añoranza por su país lo hizo regresar y a su retorno de Italia se asentó en su natal Cotacachi. Sin embargo, decidió buscar una ciudad más grande para dedicarse de lleno a su oficio.
Fue entonces cuando escogió Cuenca, porque “tiene algo de colonial” y le recuerda a aquellos paisajes europeos que conoció.
En su local, ubicado en las calles Hermano Miguel y Presidente Córdova, Andrade trabaja con su esposa Gladys Maygua y sus hijos.
Los artículos llevan la marca Anmay, una combinación de su apellido Andrade con el de su esposa, Maygua, que significa libertad en una de las lenguas de los indios americanos.
Con herramientas como martillo, cuchilla, punzones, gubias, sacabocados y puntas de estrella, elabora artículos como correas llanas o de cuero trenzado, billeteras, monederos.
También confeccionan mochilas, bolsos, canguros, chaquetas y hasta muebles, en los que combina el cuero con madera teca, la cual se usa en la fabricación de embarcaciones debido a su resistencia.
Innovaciones
Andrade fusiona también el cuero con la paja toquilla, con la tagua, con semillas de la Amazonía y con textiles hechos por manos de artesanos azuayos.
“Al mezclar los tapices con el cuero se hacen prendas únicas y atractivas. Entre otras cosas tenemos maletas de viaje con medidas que se ajustan al equipaje de mano que se pide en los aeropuertos”.
El tiempo de trabajo para cada artículo varía de acuerdo a la complejidad del diseño. Fabricar un cabestro grande (chicote) en cuero de chivo y suela demora mínimo dos días.
Este objeto gusta a la gente que se dedica a la caballería en Sígsig, El Tambo, y los alrededores de Cuenca; o es adquirido como un adorno.
La materia prima es comprada en Ambato, tierra también famosa por los artículos en cuero. Andrade procesa la suela, una labor larga y trabajosa.
“La suela en bruto es dura. Para conseguir una textura suave se coloca grasa de bacalao, se deja que absorba durante 12 horas, luego se masajea y se coloca más grasa”, explica.
Después de otras 12 horas, indica, se amasa hasta que se suavice y se empieza a trazar, es decir, a hacer los cortes para trabajar.
Emprendimiento
En este negocio trabajan también Michelle y Gianluca, hijos de Alexander, quienes se han involucrado en administración y publicidad, temas que se vinculan con sus profesiones.
Michelle considera que el internet, y sobre todo las redes sociales, se han convertido en importantes herramientas para expandir el comercio.
Ella promociona los artículos a través de las redes sociales Facebook e Instagram, reciben pedidos y hacen envíos a todo el país.
“La tecnología ha cambiado la forma de hacer las cosas, ahora todo es on line, ya sea por tiempo, por comodidad. Esto nos ayuda a estar al día con las innovaciones tecnológicas y ajustarnos a lo que piden los clientes”, asegura la joven.
Italia, Alemania y Estados Unidos conocen de su arte expresado en cuero. (I)