Cordero: primera mujer que “rige” el idioma en Ecuador
Designada la noche del jueves como directora de la Academia de la Lengua de Ecuador, Susana Cordero se convirtió en la primera mujer que dirige la organización.
Es una mujer que vive para la lengua. Se entusiasma al explicar la diferencia entre “demás” y “de más”, y otras peculiaridades del español, que lo hacen más rico y exacto.
Rectora de la Universidad de Otavalo, y autora del Diccionario del Uso Correcto del Español en Ecuador y de otros trabajos lingüísticos, Cordero se muestra preocupada por el uso de la lengua en Internet.
Considera que los jóvenes ahora son casi incapaces no solo de escribir un texto completo o un párrafo correctamente sino, incluso, de leerlo a fondo. Dice que la lectura en Internet es “superficial” y debe ser una “guía” para lo que se debe hacer después.
“Uno de los más grandes problemas de la cultura en el mundo de hoy es la enorme dispersión a que vivimos sometidos ‘gracias’ a estos medios tremendamente innovadores, pero de los que no sacamos lo mejor”, dice Cordero, que heredó de su familia el amor por las letras.
“Los jóvenes también tienen ilusión de aprender, pero tenemos que saber enseñarles para añadir ilusión a esa ilusión”, indica Cordero, de hablar pausado y la sobriedad de la sierra andina, aunque ha perdido el acento cantado de su Cuenca natal.
Recalca que se debe profundizar la enseñanza en el hogar, sin esperar a que los niños aprendan en la escuela. Pero cree, igual, que en el colegio los profesores deben enseñar a usar “críticamente” Internet, “que puede ser absolutamente enriquecedor, pero también muy empobrecedor”.
Acompaña sus palabras de optimismo al hablar del español en su país gracias, en su opinión, a la “resurrección” que considera está dando a la enseñanza el actual gobierno de Rafael Correa, empeñado en mejorar el sistema educativo.
“No hay aprendizaje que no pase a través de la lengua. Esto influirá positivamente en que nuestros profesores tomen conciencia de la importancia de su trabajo, que (sepan) que si no dominan la lengua, difícilmente pueden transmitir la materia”.
La Academia ecuatoriana es la segunda más antigua de la región (1864), luego de la colombiana.