Consejo Ciudadano de Cultura establece agenda

El miércoles 5 de agosto, en el Museo de Arte Antropológico y Contemporáneo (MAAC), en Guayaquil, se conformó el Consejo Ciudadano Sectorial de Cultura y Patrimonio. Durante su primera reunión, los diez delegados zonales establecieron mesas de trabajo y votaron por Joaquín Serrano, Sonia Viveros y Luis Aguavil para ocupar los cargos de coordinador, secretaria y representante ante la Asamblea Pluricultural, respectivamente.

Posteriormente, en una sesión, el ministro de Cultura y Patrimonio, Guillaume Long, entregó las respectivas acreditaciones a los miembros para ejercer sus funciones.

El Consejo Ciudadano de Cultura se conforma tres meses después de la publicación del Decreto Ejecutivo 656, con el que entró en vigencia el reglamento para el funcionamiento de los consejos ciudadanos sectoriales.

Para la conformación del Consejo, el Ministerio de Cultura realizó nueve mesas zonales de Cultura y Patrimonio y 9 talleres de diagnóstico participativo y presentación de propuestas.

El proceso contó con la participación de gestores, delegados de organizaciones sociales y actores de la sociedad civil organizada a nivel nacional, para un total de 682 personas.

Finalmente, integran el Consejo Pablo Pazmiño, de Esmeraldas; Segundo Criollo, de Pichincha; Nadino Calapucha, de Pastaza; Ivo Uquillas, de Manabí; Luis Aguavil (gobernador tsáchila), de Santo Domingo; Andrés Zerega, de Guayas; Sonia Cozar, de Morona Santiago; Manuel Rojas, de Loja; Joaquín Serrano, de Guayaquil; y Sonia Viveros, de Quito.

Los miembros pertenecen a distintas instituciones y agrupaciones de gestión cultural en varias ramas. Durante el encuentro y entrega de las credenciales, manifestaron como una de las mayores expectativas de la agrupación establecer los lineamientos de la Ley de Cultura y trabajar en un censo de la población que conforma el sector.

Según expresó Andrés Zerega, este catastro permitiría saber quiénes integran el sector y, de acuerdo a eso, establecer la cantidad de proyectos a ejecutarse en un año determinado y el presupuesto que el Ministerio de Cultura asignaría como inversión.

Además, considera necesaria la existencia de una inversión global, en la que la empresa privada tenga participación. “Debe destinarse un aporte de la empresa privada por ley a la generación de cultura y arte. Pero con algún tipo de incentivo fiscal”, dijo Zerega.

Viveros recalcó el acuerdo entre los miembros del Consejo en cuatro puntos, específicamente. El primero es la necesidad de tener una ley de cultura intercultural e incluyente. En segundo lugar destacó la necesidad de que se revisen los presupuestos para apoyar a los gestores y trabajadores de la cultura y con ello la profesionalización de los actores de la cultura. Esto generaría una red inclusiva en el que todos los gestores y actores de las diversas nacionalidades y pueblos  sepan a dónde apuntan. “Esperamos que esta no sea una mesa más, que nuestra voz sea escuchada y mantengamos la relación sociedad civil con el Estado de forma productiva”, manifestó Viveros.

Por su parte, la cartera de Estado ya trabaja en varios puntos solicitados por los miembros del consejo, como el censo del sector y su seguridad social. (I)