“¡Historias desde la cuarentena!” es una convocatoria del Instituto de Cine y Creación Audiovisual (ICCA) para la asignación de recursos no reembolsables destinados a la producción de proyectos de cortometrajes, sean de ficción o documental, relacionados con la pandemia.

Como parte de su plan de contingencia debido a la pandemia del covid-19, este concurso tiene como finalidad la reactivación del sector audiovisual y cinematográfico del país, paralizado por la crisis sanitaria.

Para Jan Vandierendonck, director ejecutivo del ICCA, desde que inició el aislamiento social, ocasionado por el covid-19, el sector audiovisual y cinematográfico ha sufrido un grave daño económico porque la producción, la exhibición de películas y los festivales de cine han sido cancelados o postergados.

“Es una de varias iniciativas que han surgido a raíz de la pandemia. Hemos creado nuevas líneas para actividades online, como los festivales de cine, para que los directores y productores puedan presentar sus propuestas de manera virtual”, manifestó Vandierendonck.  

Además, el director determinó que es difícil precisar las pérdidas generadas, puesto que las producciones que pasan por el ICCA no representan la totalidad de la producción nacional, que son independientes o financiadas por el sector privado.

Este sector incluye a las salas de cine, sean comerciales o no, que han perdido mucho dinero porque han decidido continuar con el pago de los sueldos de sus colaboradores y con el mantenimiento de sus espacios y equipos también, pero no han podido generar ingresos y han tenido que posponer la proyección de varias películas que estaban por estrenar este año.

Los más perjudicados

Uno de los objetivos del concurso es dejar un registro o una memoria sobre lo que está sucediendo en la pandemia, en un cortometraje de entre 10 a 20 minutos bajo la modalidad de ficción o documental.

Otra de las razones es apoyar al personal técnico y de actuación, quienes no han podido trabajar en estos meses de la pandemia.

“En el ICCA hemos recopilado datos e información para saber dónde existe mayores pérdidas y necesidades en el sector”.

Vandierendonck agregó que “se evidenció que el personal técnico y del elenco son los que más sufren, puesto que ellos dependen de las iniciativas de los productores, encargados de contratarlos”.

Por esta razón, una de las consideraciones que tiene la convocatoria es que al menos el 75% del uso del incentivo deberá ser destinado a pago de técnicos y elenco.

Como el concurso se organiza de manera online, se ha ahorrado el presupuesto  ($ 100.000) para destinarlo a los premios de los ganadores del concurso, que son siete, y pueden recibir entre $ 13.500 y $ 15.000. Además, los ganadores son libres de buscar financiamiento en otras instituciones.

“El ICCA se reserva el derecho no comercial para organizar estrenos con los cortometrajes ganadores del concurso”, manifiesta Vandierendonck.

El concurso va a ser virtual y los participantes deben exponer sus propuestas por plataformas de videollamada.

El ICCA está trabajando en protocolos para la producción cinematográfica y audiovisual, que ya se presentó al Ministerio de Cultura y al COE Nacional. (I)