El sonido de Cuba vibró en Quito con Buena Vista Social Club
Aun cuando la alineación original de la ya mítica Orquesta Buena Vista Social Club no es la misma desde hace varios años, la agrupación cubana no pierde su encanto y potencia sobre el escenario. En un concierto ofrecido la noche del miércoles 23 de mayo, en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la Orquesta desplegó un repertorio lleno de son cubano y ritmos caribeños, jazz y baladas.
El concierto fue parte de su gira de despedida denominada “Adiós” y tuvo como telonero al solista ecuatoriano Carlos Grijalva. Con un auditorio lleno y mayormente cubano, la agrupación inició su presentación con el virtuosismo de Rolando Luna, en el piano, y Gastón Joya, en el contrabajo. Como siento yo, Bodas de oro, Rincón caliente y Bemba colora fueron algunos de los temas iniciales del show antes de la aparición del legendario guitarrista y cantante Eliades Ochoa, quien destilaba vitalidad.
Vestido con un sombrero negro de ala ancha, Eliades interpretó, entre los gritos y solicitudes de temas de un público pletórico, las canciones El carretero y Píntate los labios María. Luego, entre aplausos y silbidos aún más fuertes, todo el auditorio se levantó para recibir a una grácil Omara Portuondo, quien lucía impecable e implacable en un vestido salmón con bordados dorados; su desordenado pelo azabache estaba a grado con un cintillo rojo.
Con ayuda del público, la artista cantó temas clásicos como Lágrimas negras, Veinte años, Bésame mucho y Quizás, quizás, quizás. El concierto también fue una excusa para rendir tributo a sus integrantes fallecidos, como Compay Segundo, Rubén González e Ibrahim Ferrer, entre otros.
Antes del concierto se proyectó el video documental "Adiós", de la agrupación cubana que nació en 1996 y que desde 2015 inició su gira de despedida en Francia. Ahora, la orquesta está conformada por Andrés Coyao (bongo), Barbarito Torres (laúd), Angel Terry (tumbadoras), Swami Junior (guitarra), Filiberto Sánchez (timbal), y Harold Madrigal y Roberto García (trompetas). Idania Valdés y Carlos Calunga son las voces.
El concierto concluyó con una nueva aparición de Eliades, quien al ritmo de Estoy como nunca, Chan-Chan y El cuerto de Tula cerró una noche llena de melancolía y alegría. Este show, más que una despedida, fue un agradecimiento a un público fiel que ha acompañado a una banda que demostró estar "mejor que nunca". (I)