“Con el cine como está, no sé si vale la pena seguir”
La sangrienta historia de venganza de un esclavo negro convertido en un cazarrecompensas en Estados Unidos, previo a la Guerra Civil, adereza el primer “spaghetti western” de Quentin Tarantino, “Django Unchained”, por estrenarse próximamente y no exenta de polémica.
“Siempre quise hacer una película sobre el horroroso pasado de esclavitud de EE.UU., pero no quería hacer una película histórica, sino envolver la historia en un género”, dijo el oscarizado director al presentar el filme en Nueva York, el fin de semana, después de la matanza en la escuela primaria de Newtown (Connecticut). No se hicieron esperar las preguntas sobre la posible influencia de la violencia de este tipo de películas.
“Las tragedias ocurren”, respondió Tarantino, quien se reconoció estar “cansado” de defender sus filmes cada vez que hay sucesos como este, que llevó a cancelar el preestreno y la alfombra roja de la película en Los Ángeles.
“Django Unchained” (Django desencadenado, en español) se vale de elevadas dosis de sangre y violencia para narrar un capítulo oscuro de la historia de Estados Unidos, un país que a juicio del realizador “no quiere mirar” hacia ese pasado.
Tarantino, seguidor de los “spaghetti western”, como se conoce a las producciones italianas de ese género típicamente estadounidense, decidió ubicar su primera película del oeste “en el universo” de un reconocido director del subgénero, Sergio Corbucci.
“Me gustó evocar el nombre de ‘Django’ por lo que significa para los ‘spaghetti western’ y su mitología”, dijo el director, refiriéndose a la película de 1966 del cineasta italiano, que dio origen a una serie de “secuelas” que incluyen el nombre.
Django es un esclavo que busca vengarse de los dueños blancos por cuyas manos han pasado por años tras ser liberado por el cazarrecompensas Dr. King Schultz.
Encarnado por Jamie Foxx, el protagonista de “Django Unchained” canaliza su rencor asociándose a Schultz (Christoph Waltz) en un trabajo que le permite “matar blancos y que te paguen por ello. No hay nada igual”.
Django y Schultz tratan de salvar a su mujer, Broomhilda (Kerry Washington), de la plantación del despiadado Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), personaje que disfruta las peleas a muerte de quienes se refiere como “negratas”, otro de los puntos polémicos de la película.
“Fue el guión más increíble que he leído en mi vida. (...) Me pregunté, “¿quién tiene las agallas, y el conocimiento, para decir las cosas tal y como son?’”, dijo Foxx.
También aparece Samuel L. Jackson, que ha dicho que la esclavitud es “una parte de nuestra historia que suele ser lavada o perfumada de una forma en la que esta película no lo hace”, dijo Jackson.
“Django Unchained” podría ser la última película de Tarantino. “Después de todos estos años, y con las nuevas tecnologías que no me acaban de gustar, con el cine como está, creo que no vale la pena seguir. Y no quiero entrar en una pendiente de decadencia como director”.